El alcalde de Nueva York, Eric Adams, declaró este viernes el estado de emergencia durante 30 días para dar respuesta a la crisis migratoria que enfrenta la ciudad, que estima que supondrá un gasto a la ciudad de mil millones de dólares.

“Estamos en una situación en la que llegan más personas a Nueva York de las que podemos acomodar inmediatamente, incluidas familias con bebés y niños pequeños”, afirmó el alcalde según la cadena CNN.

“Una vez que los demandantes de asilo de los buses que han llegado hoy tengan asignada un albergue, superaremos el máximo histórico de personas alojadas en el sistema público de asilo de la ciudad”, aseguró.

El alcalde reclamó la ayuda a nivel federal y estatal para gestionar el flujo continúo de solicitantes de asilo. Asimismo, llamó a coordinar todos los esfuerzos de las agencias de la ciudad para crear los Centros de Respuesta y Ayuda Humanitaria de Emergencia.

Nueva York cuenta con más de 61.000 personas en su sistema de asilo, lo que incluye a miles de personas sin hogar y otros tantos demandantes de refugio que han sido trasladados hasta la ciudad en buses en los últimos meses desde otros puntos de Estados Unidos, explicó Adams.

El representante local ha estimado que más de 17.000 demandantes de asilo han sido trasladados hasta Nueva York desde la frontera sur desde el mes de abril de este año.

Solo en la primera semana de octubre, el estado de Texas habría destinado más de 18 millones de dólares a trasladar a estos grupos de personas hasta Washington DC, Nueva York y Chicago, como parte de su respuesta a las políticas de inmigración de la Administración Biden, según ha recogido la misma cadena.

Adams aseguró que el sistema de asilo está funcionando casi al 100 por ciento de su capacidad, por lo que espera haber gastado cerca de mil millones de dólares a final de año en la gestión del flujo migratorio.

Hasta 42 hoteles han sido designados como refugios de emergencia y cerca de 5.500 niños migrantes se han unido al sistema de educación en las escuelas.