Cuando solo quedan dos semanas y media para la primera vuelta presidencial en Argentina y la fecha límite para la publicación de encuestas previo a la veda se acerca, tres nuevos sondeos fueron publicados en medios trasandinos. En dos de ellos, con leves diferencias porcentuales, se mantiene el patrón que por semanas han confirmado los instrumentos de medición social: en las elecciones del próximo domingo 22 de octubre, Javier Milei, el diputado y economista de La Libertad Avanza, y Sergio Massa, ministro de Economía y candidato oficialista de Unión por la Patria, debería avanzar a la segunda vuelta, en desmedro de la opositora Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio.
Sin embargo, una tercera publicada este martes por Clarín, encendió las alarmas en los comandos de quienes saldrían en segundo y tercer lugar. Hasta ahora, ninguna encuesta ha planteado un escenario en que el libertario Milei se imponga en primera vuelta –con analistas que hablan de poco probable, pero no imposible–, pero hay una que lo posicionó muy cerca de ese resultado.
El problema, especialmente para el ministro-candidato, es que ninguna de ellas recogió el pulso de la ciudadanía posterior a los dos escándalos que marcaron la política del país vecino. El primero fue el llamado “caso Chocolate”, donde un miembro funcionario fue detenido en posesión de 48 tarjetas de débito de empleados de la Legislatura, mientras que el segundo se conoció como el “yategate”, en el que se publicaron fotos de Martín Insaurralde en un lujoso yate junto a una modelo, a la que le habría dado lujosos regalos. Se trata del ahora exjefe de gabinete de Axel Kicillof, gobernador oficialista de Buenos Aires que sonó como posible carta presidencial y que busca la reelección.
Y según la prensa local, existe preocupación por cómo podría afectar –o, más bien, cuánto va a afectar– a las aspiraciones presidenciales del bloque gobernante. Su cercanía temporal a las elecciones, sumado al aparente paso de Massa a un eventual balotaje, hacen de los escándalos temas de especial preocupación para los armadores de la campaña presidencial oficialista, consignaron medios argentinos.
Lo que dicen las encuestas
A dos semanas del inicio de la veda electoral, la que prohíbe la publicación de encuestas 48 horas antes de los comicios, nuevos sondeos publicados por Clarín muestran lo que parece ser una tendencia. Milei y Massa se encontrarán en una potencial segunda vuelta, y Patricia Bullrich quedaría fuera.
Las dudas, sin embargo, están presentes tanto entre los distintos medios de comunicación, hasta los ciudadanos y los propios comandos de los respectivos candidatos. En las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), prácticamente la totalidad de las encuestas fallaron en pronosticar el triunfo de Milei, quien bordeó los 30 puntos, pese a que la mayoría lo posicionaba más cerca de los 20.
Este miércoles, dos sondeos publicaron sus resultados con miras a la primera vuelta del domingo 22, informó el mismo medio. El primero de ellos fue CB Consultora Opinión Pública, con origen en Córdoba, pero que hace mediciones nacionales. Y si bien está asociada a Horacio Rodríguez Larreta, quien compitió contra Bullrich en las PASO, pese a su vínculo, daba al excandidato presidencial como perdedor ante la exministra de Seguridad en el gobierno de Mauricio Macri. La firma también erró en los porcentajes de Javier Milei, al prever poco más del 20% en vez de los 30 que consiguió, pero estuvo cerca de los otros dos candidatos.
En el informe se detalla que el estudio se hizo con 4.072 casos online, con entrevistas entre el 14 y 28 de septiembre, y con un +/- 1,5% de margen de error. En cuanto a la intención de voto, el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, lidera la carrera con 32,2%. Le sigue el de Unión por la Patria, el ministro Sergio Massa, quien lograría el 28,9% de los votos. En tercer lugar aparece Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, quien obtendría 23,7 puntos porcentuales, según las estimaciones de CB.
Mucho más atrás aparece Juan Schiaretti, peronista no kirchnerista y gobernador de Córdoba (3,1%), y la candidata del Frente de Izquierda y los Trabajadores, Myriam Bregman (2,1%). Completa el porcentaje un 3,8% en blanco, y un 6,2 que aún no sabe.
La segunda medición fue realizada por Circuitos, empresa consultora vinculada al mundo kirchnerista y progresista, según detalla Clarín, ahora en contacto con el massismo. Esta se realizó entre el 20 y el 25 de septiembre, y contó con 2.188 casos entrevistados vía telefónica, con un margen de error de +/- 3,5%.
Como ha sido la tónica, repite las posiciones de CB, pero con porcentajes distintos. A Milei lo posiciona en el primer lugar con el 34,6%, mientras que a Massa le entrega un 31,2%. Bullrich, en tanto, aparece con el 24,8%, y ya más lejos, Schiaretti con el 1,9% y Bregman un 1,8%. Por último, el 2,4% dice que votará en blanco, el 1,1 de los consultados no irá a votar y un 2,2% no sabe.
La tercera, publicada el martes por el mismo medio, alertó a más de un comando. Si bien mantenía los lugares, y tampoco prevé una victoria en primera vuelta del diputado Javier Milei, lo deja a pocos puntos del 40% requerido, además de cumplirse la distancia de 10 puntos de distancia con Massa, quien aparece en el segundo lugar.
Escenarios, firma que inició su levantamiento nacional y online de 1.797 casos en la segunda quincena de agosto, detalló Clarín, y que presenta un margen de error de +/- 2,31%, planteó que, ante la pregunta: “Si las elecciones generales fueran mañana, ¿a quién votaría?”, un 37,32% lo haría por Milei, y considerando el escenario en el que el 2% del margen de error es positivo para el libertario, lo dejaría a casi nada del 40% que necesita. El segundo punto requerido, los 10 puntos de distancia, también estaría chequeado en dicho sondeo, pues le otorga un 25,86% de los votos, su contendor más cercano.
Posterior al 13 de agosto, fecha de las primarias, solo dos de las más de 20 encuestas revisadas por Clarín auguraban un paso a segunda vuelta de Bullrich. El resto, todas daban como el escenario más probable Milei versus Massa. Vale recordar que en aquellas votaciones, tras Milei quedó Juntos por el Cambio, con la suma de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich (28%), y en tercer lugar llegó la suma de Massa y Juan Grabois (27,3%). El sobrepaso del ministro se debería, entre otras cosas, a que Bullrich no estaría reteniendo los votos de Rodríguez Larreta, según los datos de numerosas encuestas.
Existe una tercera opción, menos viable, pero no inviable, que sería una victoria en primera vuelta del polémico candidato libertario, pero para lograrlo requeriría o llegar al 45% de los votos totales, o alcanzar el 40% y quedar a una distancia de 10 o más puntos de su más próximo contendor, ambos escenarios no observados por las mediciones de intención de voto. Pero, de nuevo, el manto de dudas sobre la precisión de estos instrumentos se ha mantenido en especial entredicho tras las PASO.
¿Fuga de votos oficialistas?
Más allá de estas cifras, lo que preocupa en el massismo es si los dos casos que remecieron al oficialismo en las últimas semanas afectarán el desempeño, ya no de su candidato a la reelección por la gobernación de Buenos Aires, sino que a la del propio candidato presidencial, Sergio Massa.
El primero estalló cuando se supo de la historia de Julio “Chocolate” Rigau, funcionario detenido con 48 tarjetas de débito, supuestamente pertenecientes a empleados de la Legislatura. En los videos difundidos por la prensa argentina, se le veía recorriendo distintos cajeros para extraer millonarios montos. Al momento de su detención, portaba un millón doscientos cincuenta y siete mil pesos, algo así como 3.600 dólares americanos. Junto al dinero, tenía un papel con las claves de seguridad de cada una de las 48 tarjetas. Se trata de un “puntero” del peronismo platense, definidos por el medio Perfil como “agentes partidarios barriales que hacen de intermediarios entre sus jefes –políticos que buscan el apoyo de los electores– y la gente pobre”.
El segundo llegó horas antes del primer debate presidencial del domingo pasado, cuando se difundieron fotos de Martín Insaurralde, el entonces jefe de gabinete del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, en un yate de lujo. La foto fue publicada por su pareja, la modelo Sofía Clérici, a quien se le veía con numerosos regalos de lujo, cortesía de Insaurralde.
Desde el entorno de Massa aseguran que el traspié se resolvió “bien” durante el debate, consignó Clarín, puesto que, pese a ser un flanco abierto, ninguno de sus contrincantes explotó la situación, y si lo hicieron, el ministro salió prácticamente indemne.
“Cuando salió, (Massa) pidió su renuncia, hizo todas las conversaciones que tenía que hacer. El resto no depende ni del candidato ni de la campaña, es un tema estrictamente judicial”, dijeron al citado medio.
Tendrá un impacto, admitieron de todos modos. Pero aún no es claro, puesto que podría alimentar el voto castigo de Milei, “o nos golpea abiertamente a nosotros”, detallaron a Clarín.
Quienes celebraron fueron los del comando de Bullrich, quienes no perdieron tiempo y solicitaron un informe a la consultora Ad Hoc para revisar el impacto electoral de los hechos. Entre el viernes pasado y el lunes de esta semana, hubo 661 mil publicaciones digitales que mencionaban a Insaurralde, mientras que cada usuario argentino se topó cuatro veces con el tema, consignó el mismo medio. Cifra similar, por ejemplo, al intento de magnicidio contra Cristina Kirchner o el mediatizado crimen de Fernando Báez Sosa, en Villa Gesell.
“No creo que tenga impacto en el oficialismo: el votante que se fue por la corrupción lo hizo hace mucho tiempo. El problema es con los que podían volver. Amuraron el techo”, dijo a Clarín el consultor político Carlos Fara, pero aclaró que es posible que, de igual manera, limite las posibilidades del ministro de “pescar” votos de fuera de su pecera.