Las fuerzas de seguridad filipinas recorrieron este lunes una remota isla sureña en busca de las cajas negras con la información del avión accidentado que dejó 52 muertos, en uno de los peores percances aéreos militares en la historia del país.
El avión Hercules C-130 de transporte llevaba a 96 personas, en su mayoría militares recién graduados, cuando se salió de la pista el domingo al intentar aterrizar en la isla de Jolo, provincia de Sulu, un foco de militantes islámicos.
Cincuenta y dos personas, incluyendo 49 militares y tres civiles, murieron cuando el avión deslizó y estalló en llamas, dijo el portavoz de las Fuerzas Armadas Filipinas, mayor general Edgard Arévalo.
Tres personas murieron en tierra mientras trabajaban en una cantera, dijo a AFP el dirigente local Tanda Hailid.
Fotos del lugar divulgadas por los equipos de socorro mostraron la cola dañada y los restos humeantes del fuselaje entre una plantación de cocos.
“Tenemos gente en el terreno para resguardar las piezas de evidencias que vamos a recuperar, en especial el registro de información de vuelo”, dijo Arévalo.
Añadió que la investigación incluye el relato de testigos, grabaciones y las conversaciones de radio entre el piloto y la torre de control.
La mayor parte de los pasajeros concluyeron recientemente el entrenamiento militar básico y fueron enviados a la isla como parte de un esfuerzo contrainsurgente en la zona de mayoría musulmana.
Los militares tienen una fuerte presencia en el sur de Filipinas, donde operan grupos militantes, incluido Abu Sayyaf, conocido por los secuestros por rescate.
“Esta es una de las peores tragedias que le han ocurrido a nuestras fuerzas armadas”, dijo Arévalo.
Peor accidente
Los C-130 han sido los caballos de batalla de las fuerzas aéreas en todo el mundo durante décadas, y sirven para transportar soldados, suministros y vehículos.
El Hercules de segunda mano que se accidentó el domingo fue adquirido a Estados Unidos y entregado meses atrás a Filipinas.
Es uno de cuatro en la flota del país. Dos de ellos están en reparaciones y el cuarto fue dejado en tierra tras el accidente.
“Estos son pilotos experimentados, por eso no podemos decir inmediatamente cómo ocurrió”, señaló Arévalo.
“Incluso si éstos (equipos militares) no son nuevos”, están en condiciones adecuadas para su uso.
El accidente fue el más mortal para la fuerza aérea filipina, aseguró José Antonio Custodio, un historiador y analista militar, que mencionó “los 40 muertos del accidente de un PAF C-47 en 1971”.
Fue el último en una serie de accidentes de la fuerza área este año.
En junio, un helicóptero Halcón Negro cayó durante un vuelo de entrenamiento nocturno, matando a sus seis tripulantes. Tras el percance, Filipinas dejó en tierra a toda su flota de Halcones Negros.