"El país necesita la ayuda humanitaria", señaló la Conferencia Episcopal de Venezuela a través de un comunicado en el que le solicita al gobierno de Nicolás Maduro que permita la entrada del aporte de países e hizo un llamado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a que permitan "el ingreso y distribución" de estas donaciones.
"El régimen tiene la obligación de atender las necesidades de la población, y para ello facilitar la entrada y distribución de la misma, evitando cualquier tipo de violencia represiva", señalan los obispos de Venezuela. Junto con ello son enfáticos en indicar que están "en contra de todo tipo de violencia".
Al mismo tiempo hicieron un llamado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana "para que se ponga del lado del pueblo al que pertenece" y a no "cumplir órdenes que atenten contra la vida y seguridad de la población. En estas circunstancias deben permitir el ingreso y distribución de la ayuda internacional".
A través de esta carta, exponen que "la ayuda se guía por protocolos aceptados internacionalmente para dar respuestas a situaciones de graves crisis", y que no "atiende a intereses políticos, sino al bien del pueblo más vulnerable".
Es por ello que, a través de Cáritas de Venezuela, renuevan su compromiso de participar, junto con otras organizaciones, "en la recepción y distribución de la ayuda humanitaria".
Finalmente, la carta firmada por el arzobispo José Luis Azuaje, presidente de la CEV, Obispo Mario Moronta Rodríguez, Obispo Raúl Biord Castillos, vicepresidentes de la conferencia y por el obispo José Trinidad Fernández, secretario general de la misma, solicita que se escuche "el clamor del pueblo, dejen entrar y distribuir en paz la ayuda humanitaria".