La Organización de los Estados Americanos (OEA) pidió este viernes que se reanuden “cuanto antes” las negociaciones entre Reino Unido y Argentina acerca de la soberanía sobre las Islas Malvinas para hallar una solución pacífica.
En una asamblea general celebrada virtualmente por segundo año debido a la pandemia, la OEA adoptó por aclamación una declaración que reafirma la necesidad de que Argentina y el Reino Unido “reanuden, cuanto antes, las negociaciones sobre la disputa de soberanía” sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Se trata “de parte integrante del territorio nacional argentino y se encuentran ocupados ilegalmente por el Reino Unido desde hace más de 188 años”, señala la OEA.
El canciller argentino Santiago Cafiero afirmó que “la usurpación británica llevada a cabo en tiempos de paz y contraria al derecho internacional vigente en la época representó un quebrantamiento de la integridad territorial argentina”.
En 1982 Argentina y el Reino Unido libraron una guerra por estos territorios en la que murieron 649 argentinos, 255 británicos y tres lugareños.
Al cabo de 74 días de guerra, los militares argentinos fueron derrotados por las fuerzas británicas.
Ante esta situación, Argentina pide una solución definitiva a la disputa “a través del diálogo”.
Argentina pide al Reino Unido que acate una resolución de la ONU de 1965 para discutir la soberanía. Argumenta que el gobierno y la población argentina del archipiélago fueron expulsados por tropas británicas en 1833.
El Reino Unido insiste en no negociar por considerar que la soberanía le pertenece y la población isleña votó casi en un 100% a favor de su pertenencia británica en un referéndum en 2013.
En el turno de los observadores permanentes de la OEA, el Reino Unido reaccionó defendiendo “el derecho a la autodeterminación” de los habitantes del territorio.
La representante del Reino Unido en la OEA afirmó que su país está dispuesto “a trabajar de manera constructiva” pero el diálogo “debe ser aprobado por las Malvinas” que “tienen su propio gobierno”.
Según Cafiero, “llama la atención que aún hoy sean mantenidas políticas migratorias con relación a los ciudadanos argentinos que en los hechos encuentran límites para visitar las islas”, al contrario de lo que sucede con los habitantes de las islas.
El gobierno argentino considera a las Islas Malvinas “un territorio colonial pero no un pueblo colonizado”.
La población de las islas -afirma Cafiero- “no se diferencia de aquella de la metrópolis a diferencia de los casos clásicos de colonialismo en que un pueblo preexistente es víctima de la instauración de una dominación colonial”.