Los jefes de los dos partidos de la coalición de gobierno de Italia, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, Luigi Di Maio y Matteo Salvini, respectivamente, se reunieron hoy en Roma para abordar la crisis que atraviesa su alianza. 

A la entrada al romano Palacio Chigi, sede de la presidencia del Ejecutivo, para un encuentro al que asistió el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ninguno de ellos hizo declaraciones, pese a la expectación suscitada.

Las dos formaciones mantienen posturas irreconciliables en muchas materias, pero la gota que ha colmado el vaso fue la moción del M5S en el Senado para detener el proyecto ferroviario Turín-Lyon, una línea de alta velocidad por la que la Liga votó a favor.

Salvini ha venido reprochando al M5S la división de posturas en algunas cuestiones, como infraestructuras o la reforma de la justicia, y ha asegurado que, si continúa recibiendo "noes" de sus socios, es inútil seguir gobernando juntos, como hacen desde el 1 de junio de 2018, tras las elecciones de marzo de ese año.

El ministro del Interior, ha asegurado que no está interesado en controlar más ministerios ni en modificaciones en el gobierno, si bien algunos medios apuntan a que estaría reclamando la salida de titulares del M5S con los que mantiene notorias diferencias, como el de Infraestructuras, Danilo Toninelli, o la de Defensa, Elisabetta Trenta. 

El jefe del Estado italiano, Sergio Mattarela, ha regresado a Roma desde su residencia de verano para seguir la situación.

Hoy en primer lugar se reunió con el primer ministro y, después, con el presidente de la Cámara de los Diputados, Roberto Fico, del M5S.

Los escenarios posibles

La eventual caída del Gobierno de coalición en Italia no implica necesariamente el fin inmediato de la legislatura, sino que se pueden dar varios escenarios.

En primer lugar, Conte puede buscar apoyos parlamentarios para continuar con su mandato y, de no tenerlos, el jefe del Estado puede encargar a otra persona que construya una mayoría, por ejemplo, con la unión entre el M5S y el Cinco Estrellas y el Partido Demócrata (PD, centroizquierda).

Si este intento fracasara, Mattarella podría nombrar a una figura de corte tecnócrata que gestionara el país temporalmente hasta la celebración de comicios, una opción rechazada de plano por los dos partidos en el Ejecutivo: para el M5S es una "locura" y para la Liga "la única alternativa a este Gobierno" serían unas nuevas elecciones.

Según un sondeo elaborado el 31 de julio por el Instituto Ipsos para el diario Corriere della Sera y publicado hoy, la Liga de Salvini tendría el 36% de los votos en unas próximas elecciones generales y alcanzaría el 50,6% en coalición con la ultraderecha de Hermanos de Italia (7,5%) y la conservadora Forza Italia (7,1%).

Por su parte, el M5S se quedaría con el 17,8% y el PD con el 20,5%.