El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció este lunes que el Ejército de Israel ha dado una orden para que retiren en las próximas 24 horas sus suministros del almacén médico que tienen ubicado en el sur de la Franja de Gaza.

“Hoy la OMS ha recibido una notificación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de que deberíamos retirar nuestros suministros de nuestro almacén médico en el sur de Gaza en un plazo de 24 horas, ya que las operaciones terrestres lo dejarán fuera de uso”, explicó a través de su perfil en la red social X.

Tedros hizo un llamado a las autoridades israelíes para que retiren la orden y “tomen todas las medidas posibles para proteger a los civiles y la infraestructura civil, incluidos hospitales e instalaciones humanitarias”.

La OMS ha pedido proteger el sistema de salud contra nuevos ataques y el deterioro de su capacidad, y recordó que “ningún lugar es seguro en Gaza”. “Hemos visto lo que ocurrió en el norte de Gaza. Esto no puede ser el patrón para el sur. Gaza no puede permitirse perder otro hospital, ya que las necesidades sanitarias siguen aumentando”, reza un comunicado.

El organismo, que se ha mostrado “gravemente preocupado por la reanudación de las hostilidades”, subrayó que “a medida que más civiles del sur reciben órdenes de evacuación inmediata y se ven obligados a desplazarse, más personas se concentran en zonas más pequeñas”. A esta situación se suma que los hospitales que quedan funcionan “sin suficiente” combustible, medicamentos, alimentos, agua o protección del personal sanitario.

Alrededor de 1,9 millones de personas, casi el 80 por ciento de la población de Gaza, están desplazadas internamente. En menos de 60 días, el número de hospitales en funcionamiento ha descendido de 36 a 18. De ellos, solo tres ofrecen servicios básicos, mientras que los restantes solo prestan servicios parciales. Algunos de los centros sanitarios tratan a dos o tres veces más pacientes de los previstos.

En una reciente visita al Complejo Médico Naser en Jan Yunis, el equipo de la OMS describió la situación como “catastrófica”, con el edificio “enormemente abarrotado de pacientes -que están recibiendo tratamiento en el suelo- y personas desplazadas que buscan refugio”. Además, hay escasez de personal sanitario y los que están disponibles “han estado trabajando sin parar y están agotados.

Aunque los sistemas de vigilancia de enfermedades están bloqueados, se ha observado un aumento de enfermedades infecciosas como enfermedades respiratorias, sarna, ictericia o diarrea, informó la OMS.

Israel anunció el domingo el inicio de la incursión en el sur de la Franja, después de que el viernes reanudara sus bombardeos sobre el enclave tras una semana de pausa humanitaria. Las FDI acusaron al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) de violar el alto el fuego temporal poco antes de que llegara a su fin el acuerdo de tregua, que incluyó la liberación de decenas de rehenes israelíes a cambio de la excarcelación de presos palestinos, todos ellos mujeres y niños, así como una mayor entrada de ayuda humanitaria.

Desde el 7 de octubre, cuando Hamas atacó el sur de Israel matando a 1.200 personas y reteniendo a 240 rehenes, el Ejército israelí asesinó a más de 15.900 palestinos en el marco de su ofensiva aérea y terrestre contra la Franja. A eso se suman más de 240 palestinos muertos a manos del Ejército israelí y colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.