La Organización de las Naciones Unidas (ONU) buscará 1.720 millones de dólares para ayudar a los refugiados y migrantes venezolanos en América Latina y el Caribe el próximo año, dijeron este jueves agencias miembros del organismo mundial.
Unas siete millones de personas han huido de la crisis económica y política en Venezuela en los últimos años, y la mayoría ahora está dispersa por la región, dijeron la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en un comunicado conjunto fechado en Ginebra, Suiza.
El pedido de fondos para 2023 está en línea con los 1.790 millones de dólares solicitados para 2022, de los cuales solo se ha recibido una cuarta parte, explicaron las agencias.
“El empeoramiento de la situación económica mundial, junto con el carácter prolongado de esta emergencia, han desviado la atención del mundo hacia otros lugares”, dijeron.
“En 2022 solo se ha recibido una cuarta parte de los fondos necesarios, lo que ha obligado a reducir los programas para salvar vidas en toda la región y ha puesto a muchos venezolanos al borde del abismo”, agregaron.
La ONU, en general, se enfrenta al mayor déficit de financiación de su historia, que ha alcanzado un 53% este año.
Muchos venezolanos luchan por reconstruir sus vidas fuera de su país, aseguró Eduardo Stein, representante conjunto de ACNUR y la OIM para refugiados y migrantes venezolanos. “Muchos han visto sus vidas paralizadas”, sostuvo.
El plan para 2023 es asociarse con más de 200 organizaciones para ofrecer servicios humanitarios a más de tres millones de venezolanos y apoyar a los gobiernos locales que se encuentran al límite. En Colombia hay 2.4 millones de migrantes venezolanos; en Perú, casi 1.5 millones y, en Estados Unidos y Ecuador, medio millón respectivamente.
Las agencias de la ONU también señalaron los riesgos que corren los venezolanos para migrar, incluido cruzar el peligroso Tapón del Darién, la intransitable selva que separa Colombia de Panamá.