La Organización de Naciones Unidas recordó el martes que el acceso a asilo es un “derecho humano fundamental” tras las medidas anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para impedir que todos aquellos migrantes que crucen la frontera sur de manera ilegal puedan recibir refugio, a fin de facilitar las expulsiones de quienes no están amparados legalmente para quedarse en esa nación norteamericana.
“Solo quiero recordarles que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y nuestra posición también es que en todas las situaciones reiteramos que la búsqueda de asilo es un derecho humano fundamental, y el acceso al asilo para aquellos que lo necesitan es primordial”, manifestó la portavoz asociada del secretario general de la ONU, Florencia Soto Niño.
“ACNUR está muy preocupada por las nuevas medidas de asilo anunciadas hoy por Estados Unidos, que imponen duras restricciones al derecho de solicitar asilo en el país”, señaló la entidad encargada de los refugiados en un comunicado.
El organismo agregó que “las nuevas medidas denegarán el acceso al asilo a muchas personas que necesitan protección internacional y que ahora estarán sin una opción viable para buscar seguridad”.
“Cualquier persona que alegue tener temores fundados a ser perseguida en su país de origen debe tener acceso a un territorio seguro” y tiene el derecho a que “se evalúe esta alegación antes de ser objeto de deportación o expulsión”, añadió la agencia de la ONU.
El comunicado de ACNUR finalizó señalando que “pedimos a Estados Unidos que cumpla sus obligaciones internacionales e instamos al gobierno a que reconsidere las restricciones que menoscaban el derecho fundamental a solicitar asilo”.
Disputa Biden-Trump sobre políticas migratorias
Las medidas dictadas por el gobernante estadounidense no son permanentes y se suspenderán cuando el número de migrantes que cruzan la frontera sea lo suficientemente bajo como para que el sistema pueda gestionarlo de forma segura y eficaz, e incluyen excepciones humanitarias, como menores no acompañados, víctimas de trata, o personas enfermas.
Así, las autoridades podrán deportar a quienes no cumplan con algunos de estos requisitos cuando se supere la cifra de 2.500 detenciones diarias, en un momento en el que se ha registrado en abril cerca de 4.000 arrestos cada día. Los protocolos volverían a relajarse una vez se baje a las 1.500 detenciones durante 14 días, extremo que no se ha registrado desde julio de 2020, en época de pandemia de Covid-19.
Se trata de una de las acciones más duras de la Administración Biden en relación a la frontera sur, uno de los temas clave de la carrera presidencial de 2024 y que para muchos supone uno de los principales quebraderos de cabeza del jefe de la Casa Blanca, mientras que Trump se siente muy cómodo con la retórica antiinmigración.
Basta recordar que durante su mandato el político republicando retiro a EE.UU. del pacto de Naciones Unidas sobre migración. Siguiendo su lema nacionalista América primero, ordenó en esa ocasión la retirada de su país del proyecto en marcha la ONU para alcanzar un acuerdo no vinculante con directrices comunes para la gestión humanitaria de movimientos migratorios y de refugiados.
“Nuestras decisiones sobre políticas de inmigración serán tomadas por americanos y solo por americanos”, advirtió el candidato a un nuevo periodo presidencial a la Casa Blanca.