Cuando la comunidad LGBTQ+ marcha en Argentina, suelen verse postales coloridas, donde el arcoíris destaca a la vista. Esta vez, sin embargo, la consigna era otra, y la denuncia, grave. A la luz de los últimos dichos y propuestas políticas del presidente de ese país, Javier Milei, organizaron -con presencia de partidos políticos y gremios- una masiva manifestación durante el sábado, donde la consigna era “antifascista, antirracista y LGBT+”.

Fueron decenas de miles -un millón, dijeron los organizadores al diario Página/12- los que salieron a protestar contra el mandatario trasandino, en una convocatoria que nació a la luz de los dichos de Milei en el Foro Económico Mundial en Davos. Arriba de la ola trumpista, el economista libertario despachó una frase de la que luego se desdijo, cuyas consecuencias provocaron rechazo incluso en los opositores dispuestos a dialogar con él en un Congreso donde no tiene mayorías.

El 23 de enero, Milei se salió del carácter económico del Foro para señalar que “fue noticia en todo el mundo el caso de dos americanos homosexuales que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a 100 años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años”, dijo.

“Quiero ser claro que cuando digo abusos no es un eufemismo, porque en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos, por lo tanto, quiero saber quién avala esos comportamientos”, terminó, generalizando sin mostrar, hasta ahora, pruebas que sostengan una relación directa.

Manifestantes en Buenos Aires protestan contra los dichos de Milei en Davos, el 1 de febrero de 2025. Foto: Reuters

Las réplicas llegaron desde la izquierda, el centro y la derecha, y tuvieron su mayor expresión de rechazo este sábado, con la marcha contra sus dichos. “Al clóset, nunca más”, se leía en pancartas. “La ESI (Educación Sexual Integral) previene abusos en la infancia”, planteaba otra, y “Con HIV vivo, con Milei muero”, una tercera.

“Es un discurso de odio, más vale que es peligroso, conozco a varios que están arrepentidos de haber votado a Milei. No pintaba así”, dijo al portal La Política Online (LPO) una joven de 18 años, que llegó a la marcha en compañía de un grupo de amigas.

Desde el gobierno acusaron que a la administración Milei se le están atribuyendo “cosas que nunca dijimos”, añadiendo que son víctimas de “falacias para desprestigiar” y de una “campaña sucia”, consignó el periódico trasandino Clarín.

Por ello, decidieron no hacer crecer la llama y la Casa Rosada pidió expresamente a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que evitara aplicar su protocolo anti cortes y piquetes. Si había un desmán, cosa que no ocurrió, detalló la prensa local, las fuerzas de seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires debían controlar “a distancia prudencial y con fuerzas en apresto” por si algo se salía de control, añadió el mismo medio. Según la policía porteña, llegaron unas 80.000 personas, pese a que los organizadores de la marcha apuntaron a un número mucho mayor.

Ricardo Roa, editor de Clarín, señaló en una columna que “esta semana no fue la semana de La Libertad Avanza, sino la de El Lío Avanza. Y el aporte más valioso lo hizo el propio Milei, cuando después de meter la pata en Davos quiso poner la marcha atrás con el viejo recurso de decir que no había dicho lo que dijo y terminó otra vez en la banquina”.

El discurso victimista del mandatario, añadió, es un argumento “tan flojo que cualquiera puede saber la verdad con solo entrar en YouTube” y escuchar sus palabras. “Fue más trumpista que Trump: llegó mucho más allá de donde había llegado Trump. Mezcló parejas gays con adopciones y a las dos con los abusos. ¿Quién le escribe estas cosas? ¿Qué problemas tienen los que le escriben estas cosas con la homosexualidad?”, añadió.

El presidente argentino, Javier Milei, abandona el Museo del Holocausto tras participar en una ceremonia para conmemorar el Día Internacional del Holocausto, en Buenos Aires, el 27 de enero de 2025. Foto: Reuters

De paso, ahora el gobierno estaría repensando si continuar con la política ya anunciada de derogar la ley que instauró la figura de femicidio, señaló el periódico La Nación. Esto, porque especialistas advirtieron que hacerlo podría beneficiar a unos 300 condenados y permitirles solicitar una reducción de sus penas. En otras palabras, podrían salir anticipadamente de prisión.

Al lugar no solo llegaron adherentes al movimiento LGBTQ+, sino que también se plegaron fuerzas políticas. A todas las vertientes peronistas se sumaron los sindicalistas de la Confederación General del Trabajo (CGT). Mientras Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” de Pedro aparecieron en representación de La Cámpora, Myriam Bregman lo hizo por la izquierda. De la centroderecha, llegó Martín Lousteau y Ricardo Gil Lavedra, de la Unión Cívica Radical (UCR), y Mónica Frade y Maxi Ferraro, de la Coalición Cívica, detalló LPO.

“La deshumanización expresada por Milei, al desconocer que los sentimientos no tienen género, galvanizó en el deseo y el DERECHO A LA FELICIDAD, de elegir con libertad la pareja con quien compartir la vida y, si lo desean, formar su familia”, escribió en X la expresidenta argentina Cristina Kirchner, haciéndose parte de la manifestación.