El líder opositor británica, Jeremy Corbyn, anunció que presentará una moción de censura contra la primera ministra británica, Theresa May, por su gestión frente al acuerdo de salida de Reino Unido de la Unión Europea o Brexit.
El parlamentario laborista rechazó la decisión de aplazar el voto para el pacto de divorcio para la semana del 14 enero anunciado por la premier durante su discurso en la Cámara de los Comunes e insistió que debe hacerse está semana.
En ese sentido, señaló que la única forma de que la votación se lleve a cabo esta mañana es de inmediato" una moción contra la líder conservadora.
Este tipo de moción dirigida a título personal no provocaría, si fuera aprobada, la caída del Gobierno, sino que se percibe más bien cómo una táctica para erosionar la reputación y la autoridad de May.
El presidente de los Comunes, John Bercow, dijo que "tenía en cuenta" la declaración de Corbyn, pero no precisó cómo podrá tramitarse la iniciativa.
Al no ser una moción de censura convencional, según el protocolo parlamentario es el Gobierno el que debe conceder tiempo para que sea debatida y votada, algo que no está claro que suceda en este caso.
La declaración sobre la que se pronunciarían los diputados dice: "Esta cámara no confía en la primera ministra debido a que no ha permitido que la Cámara de los Comunes pueda celebrar de inmediato una votación sobre el acuerdo de retirada y el marco para la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea".
Tal como están las cosas, parece improbable que, aunque sea tramitada, el Parlamento apruebe esta moción, ya que es difícil que la mayoría conservadora y sus socios parlamentarios del DUP norirlandés respalden un texto que en principio, según los expertos en protocolo parlamentario, solo tendría el efecto de abochornar a May.