En una larga e histórica jornada, la Cámara de Representantes de Estados Unidos debate esta noche de miércoles si aprobar o no los cargos de "abuso de poder" y "obstrucción al Congreso" contra el Presidente Donald Trump. Según los recuentos de los diarios The New York Times y The Washington Post, la holgada mayoría demócrata en la Cámara Baja (tienen 233 de 435 escaños) prácticamente garantizaba que ambas acusaciones fueran aprobadas por mayoría simple, lo que convertiría a Trump en el tercer mandatario en ser sometido a un impeachment, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998.
Una vez que la Cámara Baja dé luz verde al juicio político, el caso pasará al Senado, probablemente en enero tras el receso por las fiestas de fin de año. Allí la esperanza demócrata de remover a Trump de la Casa Blanca se vería truncada, ya que se necesitan al menos 67 votos para su destitución y los republicanos tienen 53 de los 100 escaños.
El escándalo por lo que se conoce como la "trama ucraniana" se desató luego de la denuncia anónima sobre la llamada que el Presidente Trump sostuvo con su homólogo ucraniano, Volodimyr Zelenski el 25 de julio. En esa conversación el mandatario republicano pidió insistentemente a Zelenski -un excomediante- que investigara a Hunter Biden, hijo del aspirante presidencial demócrata y principal rival de Trump de cara a las elecciones 2020, Joe Biden, por sus negocios en Ucrania mientras su padre ejercía como Vicepresidente.
También le pidió que investigara si Kiev estuvo detrás de la injerencia en las elecciones de noviembre de 2016, algo que ya ha sido descartado por el mismo gobierno norteamericano. La oposición demócrata sospecha que presionó a Ucrania al condicionar una ayuda militar de unos US$ 400 millones al anuncio de esas investigaciones.
Los demócratas de la Cámara de Representantes abrieron una investigación con perspectivas de un juicio político contra Trump el 24 de septiembre, tras conocer el contenido de la conversación entre él y Zelenski.
Luego de las audiencias, los comités involucrados decidieron levantar dos cargos contra el Presidente. Los demócratas estiman que Trump presionó a un gobierno extranjero utilizando su poder para obtener un beneficio político para ser reelegido en 2020. También es acusado de entorpecer la investigación, ordenando a los miembros de su gobierno que no participaran en las citaciones del Congreso ni entregaran la documentación pedida.
Duro debate
Trump volvió a señalar, mediante mensajes en Twitter, que no hizo "nada malo". Esta declaración ocurrió un día después de que le enviara una dura carta a la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, diciéndole que "la historia la juzgará duramente" por el proceso. Luego siguió con otra serie de tuits, afirmando -todo en mayúsculas- que este proceso es "un ataque contra EE.UU. y contra el Partido Republicano".
En su turno durante el debate de hoy, Pelosi dijo que los demócratas no tenían otra opción que lanzar el proceso de destitución y tildó a Trump de "amenaza continua para la seguridad nacional". Por su parte, el republicano Gregory Murphy afirmó que "hay individuos que odian al presidente más de lo que aman al país".
Según constató la agencia France Presse, el representante republicano Barry Loudermilk se quejó de que hasta Poncio Pilatos le había otorgado más derechos a Jesús en el proceso en su contra.
En tanto, afuera del Capitolio se registraron protestas a favor y en contra. El juicio político divide a los estadounidenses: un 45% quiere que Trump sea destituido y un 47% se opone.