Ya son 15 días desde las elecciones presidenciales en Bolivia, sin embargo, la situación se ha vuelto cada día más caótica y confusa en ese país. Con la OEA realizando una auditoría de los resultados, manifestaciones en las calles por parte de una oposición que denuncia fraude electoral y del oficialismo que defiende el triunfo de Evo Morales, dos muertos, más de 100 heridos y cerca de 200 detenidos, Bolivia vive tiempos turbulentos y de incertidumbre.

Pese a que este fin de semana las protestas decayeron en su intensidad, Evo no ha moderado su discurso y ha acusado un plan de golpe de Estado. "El pueblo estaba confundido, hay fraude (decían), ¿ahora qué dicen?: fuera Evo; ya no es tema de fraude, es un tema de golpe", señaló el mandatario boliviano hoy en declaraciones a Radio San Gabriel. "Si bien cometemos algunos errores, le digo al pueblo paceño, La Paz es centro de integración, cómo es posible que manden de los distintos departamentos a crear violencia en La Paz", agregó Evo. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, se sumó a los dichos de Morales y afirmó que según un informe de inteligencia de la policía, se estaría planificando una supuesta acción violenta para hoy, que estaría siendo organizado por los comités cívicos.

"48 horas para renunciar"

Las principales ciudades del país han sido objeto de protestas, cortes de rutas, bloqueos y cacerolazos nocturnos, además de un paro nacional que ya suma 13 días. En Santa Cruz, el centro agrícola e industrial del país, el presidente del Comité Cívico Pro-Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, dijo el sábado por la noche que daba un plazo de 48 horas para que Morales renunciara al cargo. En caso contrario, hoy los opositores indicaron que tomarán "determinaciones y vamos a garantizar que él se vaya". También, llamó a los militares a ponerse "del lado de su pueblo".

En tanto, Morales señaló hoy que "no tengo miedo, no tengo nada que ocultar, que prueben el fraude. Los opositores buscan muertos para echarme la culpa. Lo mejor es esperar la auditoria electoral internacional de la OEA". De todas formas, el Mandatario decidió convocar a los sectores sociales para planificar su posición frente al plazo de 48 horas. "Pediré una reunión de emergencia con nuestros dirigentes sindicales, COB y Conalcam para planificar (saber) qué están pensando, yo dependo del pueblo, de las fuerzas sociales", dijo Evo Morales.

Tras los comicios presidenciales del 20 de octubre, el Tribunal Supremo Electoral suspendió abruptamente la publicación de un recuento parcial de votos que mostraba que Morales debía medirse con el expresidente Carlos Mesa en una segunda vuelta. Al reanudarse el conteo de votos, un día después, se produjo un cambio de tendencia en favor del mandatario -en el cargo desde 2006-, y el recuento final dio como ganador a Morales con el 47,08%. La oposición, liderada por Mesa, ha denunciado fraude, mientras que el oficialismo ha defendido su triunfo y, por ello, encargó una auditoría a la OEA, que deberá entregar un informe sobre los resultados en dos semanas. Pero la oposición rechaza la auditoría, puesto que teme que avale los resultados ya expuestos. El sábado, Morales indicó que espera que el informe de la misión "sea técnico-legal y no político".

Evo Morales también señaló que este domingo por la mañana se reunió de emergencia con el vicepresidente Álvaro García Linera y con algunos ministros para hacer una evaluación de la situación. Morales detalló que con cada día de inactividad en Santa Cruz se generan pérdidas por US$ 3 millones.

Con todo, el mandatario boliviano quiso recalcar que están coordinados para hacer vigilias para defender el proceso de cambio, como denomina al movimiento político y social que lo llevó al poder en 2006. "Me comuniqué con (ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César) Cocarico, ya estamos preparados (...), sectores por día vamos a cuidar, hacer vigilias en la Casa Grande del Pueblo (sede de gobierno en La Paz), por circunscripción, pacíficamente, para defender nuestro proceso de cambio", anunció el mandatario.

"Hago un llamado a defender la patria (...). Hago un llamado a la oposición: no nos enfrentemos entre bolivianos", agregó.