Hoy, antes de ir a su club de golf en Virginia, el Presidente norteamericano Donald Trump agradeció a través de Twitter a su par mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y a su canciller Marcelo Ebrard "junto con los muchos representantes de tanto EE.UU. como de México, por trabajar tan larga y duramente para completar nuestro acuerdo sobre inmigración".
AMLO, por su parte, destacó más tarde que "hay mucho ánimo en todo México" y que "la gente está contenta", porque "prevaleció la buena voluntad de las partes".
Pero en México no todos recibieron de buena forma el acuerdo migratorio alcanzado el viernes con EE.UU. que llevó a Trump a suspender indefinidamente su plan de imponer aranceles a las importaciones mexicanas. Varios partidos de oposición arremetieron contra el pacto por considerar que AMLO se "rindió" ante la exigencia de "militarizar" la frontera sur.
"Parece que los presidentes usaron el miedo de sus pueblos para llegar a un acuerdo, México el económico y EE.UU. el migratorio, en un pleito arreglado donde el gobierno de México fue obligado a cumplir con el despliegue de un muro militar en el sur", criticó por Twitter Marko Cortés, presidente del Partido Acción Nacional (PAN), la segunda fuerza política del país. Según Cortés, "el gobierno de México tiene mucho qué explicar sobre los términos del acuerdo negociado", ya que "la soberanía y la dignidad de México han sido lastimadas".
El expresidente Vicente Fox también se mostró crítico del acuerdo. "La victoria total fue para Trump. Ante nuestra debilidad y errores, él logro su propósito. Obligar a López a imponer el muro en México mismo", escribió en Twitter. "México no debe militarizar su frontera sur. No somos el patio trasero de Trump", cuestionó Ángel Ávila, secretario general del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
A las críticas de la oposición se sumó el escepticismo de la prensa mexicana. En su editorial de hoy, El Universal calificó el acuerdo del viernes como una "tregua" de Trump. "No hay que cantar victoria: hasta el día de hoy se mantiene en el horizonte la amenaza de los aranceles a las exportaciones mexicanas hacia EE.UU. Es una batalla en la que tan sólo se consiguió un respiro que no se sabe qué tan breve sea", advirtió el diario.
De hecho, el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, destacó que Trump conserva el derecho de imponer gravámenes si México no cumple con sus compromisos. "Nuestra expectativa es que México hará lo que se ha comprometido a hacer y nuestra expectativa es que no tendremos que establecer aranceles, pero obviamente, si ese no es el caso, el Presidente conserva esa autoridad".
Mientras Nancy Pelosi, la líder de los demócratas en la Cámara Baja, deploró las presiones ejercidas sobre un "amigo cercano y vecino", el exdirector de la OMC, Pascal Lamy, dijo que el acuerdo impuesto por Trump a México va contra el espíritu de la diplomacia y es un triunfo para la "toma de rehenes" en las reglas internacionales.