Oposición venezolana insiste en “intervención” militar como opción contra Maduro

Llegó el 10 de enero, y Nicolás Maduro asumió nuevamente la presidencia de Venezuela hasta 2031, pese a que la oposición había asegurado que sería su carta, Edmundo González, quien se colgaría la banda presidencial. Ahora, la gran interrogante es cómo reaccionarán las fuerzas que niegan el supuesto triunfo del chavismo en julio pasado. Y una de las propuestas emanó de la boca del expresidente colombiano Álvaro Uribe, quien llamó a una “intervención preferiblemente avalada por Naciones Unidas” que “desaloje a esos tiranos del poder”.

Y la dura petición fue respondida no solo por Nicolás Maduro, sino también por parte de la oposición. Fue uno de sus rostros, el líder antichavista Leopoldo López, quien respondió al llamado de Uribe. A través de redes sociales, señaló que tras haber intentado seguir “todos los caminos”, incluido el democrático en múltiples ocasiones, era necesario “considerar” la propuesta de una intervención internacional.

“Luego de recorrer TODOS los caminos, incluyendo ganar una elección con el 70% de los votos, hay que considerar seriamente esta propuesta. Me atrevo a decir que la inmensa mayoría de los venezolanos están de acuerdo”, escribió el opositor venezolano en su cuenta de X.

Hacía eco así de las palabras de Uribe, quien, desde el lado colombiano de Cúcuta, en la frontera con Venezuela, planteó: “Que ese timador sepa que lo que nosotros propugnamos es una intervención militar internacional con el Ejército de Venezuela que desaloje a la dictadura”, parado en un escenario durante la tarde del sábado.

En una actividad que contó con decenas de personas, informó RFI, el político colombiano insistió en que “nosotros pedimos una intervención internacional, preferiblemente avalada por las Naciones Unidas, que desaloje a esos tiranos del poder y convoque de inmediato a unas elecciones libres”.

La postura de Uribe fue aplaudida y criticada por igual. Como cabía esperar, el propio Maduro se unió a la discusión. Fue durante el cierre del Festival Mundial Internacional Antifascista “Por un mundo nuevo” donde el sucesor de Hugo Chávez respondió al expresidente derechista de Colombia, donde lo calificó de “narcotraficante, asesino y criminal”.

También aseguró que “nadie quiere la intervención militar (a la) que llama Uribe. Nadie quiere más sanciones, nadie quiere más violencia”, inició. Luego, subió el tono contra el exmandatario colombiano.

“Álvaro Uribe Vélez, triste personaje paramilitar y narcotraficante, asesino y criminal. Hoy pidiendo la intervención militar de Venezuela”, señaló. Pero, lejos de terminar ahí, desafió a Álvaro Uribe a enfrentar personalmente al Ejército de Venezuela.

“Cobarde, ven tú al frente de las tropas. Álvaro Uribe te espero en el campo de batalla, cobarde, ruin fascista, criminal, narcotraficante. ¡Da la cara!, no mandes a otros, ¡criminal! Abajo Uribe”, cerró el mandatario venezolano hasta 2031.

Uno con cierta distancia del chavismo, pero que se negó a apoyar la postura de la intervención, fue el sucesor del colombiano, el actual presidente Gustavo Petro. Crítico de la última victoria de Maduro -no se presentó en la posesión del viernes pasado al señalar que no puede certificar el resultado electoral de julio de 2024-, también cuestionó a su predecesor.

“Dejen de pensar en muerte de hermanos. ¿No se leyeron en la Biblia la historia de Caín?”, escribió en X el actual mandatario izquierdista. En otra publicación previa en la red social comprada por Elon Musk, se burló de lo que consideró una muy baja cantidad de asistentes a la concentración de Uribe, en la frontera.

“Yo creo que, a esta altura, Cúcuta ya sabe que es mejor preservar las relaciones familiares, sociales, económicas y culturales en la frontera”, aseveró, añadiendo un video en el que se veía la asistencia de público.

En otro largo mensaje, el mandatario colombiano escribió: “Tengo que decirlo con claridad, si algún día jóvenes colombianos y venezolanos se mataran entre sí en una guerra, habríamos cometido la mayor estupidez de la historia. La marca de sangre y venganza nos marcaría por generaciones venideras enteras. Habríamos roto el principio fundamental de la fundación de nuestra nación”, en una posible alusión a un conflicto o invasión a tierras venezolanas.

“Buscamos un diálogo democrático en Colombia y en Venezuela, buscamos el respeto de los pueblos. Denunciamos la violación de sus derechos fundamentales tanto en Colombia como en Venezuela o en cualquier lugar del mundo”, siguió.

Luego, remarcando su distancia con el proceso electoral que, según el chavismo y sus instituciones, tuvo como ganador a Maduro, Petro añadió que “mantendremos las relaciones diplomáticas no porque legitimemos unas elecciones que no fueron libres desde un comienzo, cuando se violó el acuerdo de levantar las sanciones económicas para que el pueblo votara en libertad, después siguió la respuesta del gobierno venezolano quitando el derecho de elegir y ser elegida a María Corina. Por eso no hubo elecciones libres en Venezuela y deben haberlas. Las relaciones diplomáticas son para que los pueblos se unan y no sufran por las desavenencias de sus gobiernos”.

Las palabras de Petro llegan cuando Maduro ordenó el cierre de la porosa frontera que divide a ambas naciones, el viernes 10 de enero. Aquel día -en que el líder chavista juró por seis años más-, adujo a una supuesta “conspiración internacional”. Freddy Bernal, gobernador del fronterizo estado Táchira, aseguró que tenían “información de una conspiración internacional para perturbar la paz de los venezolanos”.

RFI aseveró que, según el gremio de comerciantes Fenalco, cada día que se mantiene cerrada la frontera se pierden entre 2,7 millones de dólares y 3,4 millones de dólares. Sin embargo, los vuelos entre Venezuela y Colombia fueron retomados luego de que las autoridades venezolanas decidieran levantar la restricción del espacio aéreo que había sido impuesta por el régimen de Maduro. Inicialmente, la medida se extendería hasta este lunes.

La propuesta de Uribe golpea especialmente en Colombia, pues es el vecino directo de Venezuela y, por ende, el que mayor flujo migratorio ha recibido en los últimos 10 años de diáspora.

El propio Bernal se unió a la discusión sobre la intervención militar al culpar a Álvaro Uribe por el cierre de la frontera. “Hemos trabajado juntos para mantener la frontera abierta y garantizar la paz y la prosperidad. Por eso digo, empresarios, comerciantes, emprendedores y pueblo de a pie, este cierre es temporal y tiene una causa: Álvaro Uribe Vélez, narco paramilitar colombiano, pretendía hoy montar otro escenario como el 23 de febrero de 2019 y dañar la paz. Y yo, como gobernador, tengo la obligación, es mi deber de protegerlos a ustedes, a todos, la frontera, a Táchira”, señaló el funcionario venezolano.

Los aliados internacionales de Maduro se sumaron al rechazo a una eventual intervención militar contra Venezuela. “Irán se solidariza con el pueblo y el gobierno venezolano frente a las intervenciones malignas y las medidas coercitivas unilaterales lideradas por Estados Unidos”, escribió Esmail Baqai, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, en X.

En la misma línea, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, planteó en la misma red social que “las irresponsables peticiones de una intervención militar internacional en #Venezuela, que formulan varios actores, son un hecho grave que rechazamos y que, de avanzarse en dicha aventura, tendría consecuencias considerables e impredecibles para la paz y seguridad regionales”.

Reaccionando a dichos apoyos, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, agradeció el respaldo de Teherán y La Habana. “Frente a las amenazas de un imperio en decadencia y sus cómplices locales, Venezuela se fortalece con el apoyo incondicional de amigos y aliados solidarios”, apuntó en su cuenta de Telegram.