El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra en medio de un lío judicial, debido a unas órdenes y contraórdenes para su liberación. Todo comenzó cuando el juez Rogério Favreto del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4), con sede en Porto Alegre, aceptó este domingo en la mañana un "habeas corpus" que se presentó el viernes por varios diputados del Partido de los Trabajadores (PT).

La orden, que tomó por sorpresa al mundo político brasileño, estipulaba que la liberación del exmandatario debía tener "régimen de urgencia. Y argumentaba que su encarcelamiento era "ilegal e inconstitucional", no podía restringir los derechos políticos ni los "actos inherentes a la condición de precandidato" de Lula.

Los legisladores que presentaron el recurso señalaron que no había fundamentos para el encarcelamiento de su máximo líder y además pedían que fuera liberado para que participase en eventos de campaña de cara a las elecciones presidenciales del próximo octubre, en la que lidera los sondeos cuando faltan tres meses para su celebración. Lula ha reiterado su candidatura para los comicios, a pesar de su arresto y de que se encuentra virtualmente inhabilitado debido a que la ley electoral impide que condenados en segunda se postulen a cualquier cargo electivo.

Desde el 7 de abril, el expresidente cumple una pena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero en el caso relacionado con un tríplex en Guarujá. La sentencia la está cumpliendo en la sede de la Policía Federal de Curitiba.

La orden emitida por Favreto fue bloqueada horas después por el magistrado João Gebran Neto, instructor del caso Lava Jato en segunda instancia y uno de los tres jueces que integran la octava sala del TRF-4 de Porto Alegre, corte que condenó a Lula.

Según la agencia France Presse, Neto actuó después de ser interpelado oficialmente por el juez Sergio Moro, que está de vacaciones, pidiéndole que como "relator natural del caso" tomara cartas en el asunto para "revocar" la medida.

"El juez federal de guardia, con todo el respeto, es una autoridad absolutamente incompetente para sobreponerse a la decisión del colegiado" del TRF4. La Fiscalía General también pidió a la corte de apelaciones suspender la concesión del Habeas Corpus por considerar que el juez Favreto no tiene competencia para liberar a Lula y que no hubo ningún acto "ilegal" en la orden de prisión decretada por Moro.

Pese al bloqueo, el juez de apelaciones brasileño Rogerio Favreto volvió a ordenar la liberación inmediata de Lula, en el plazo de una hora después de la publicación de la decisión, realizada a las 16.12 horas local. Finalmente, la confusión se terminó cuando el presidente del TRF4, Thompon Flores decidió que el exmandatario siguiera preso.

En medio de este embrollo judicial en la que se encuentra Lula, en la cuenta de Twitter del exmandatario se leía: "¡Lula Libre ya!". Mientras unos 500 seguidores se concentraban a las puertas de la sede de la Policía Federal en Curitiba donde está preso, exigiendo su salida. También empezaron a concentrarse manifestantes en su bastión en el cinturón obrero de la ciudad de Sao Paulo.