Dos semanas para replantear la estrategia: el expresidente peruano, Alejandro Toledo, ganó un indulto de dos semanas por parte de un tribunal de apelaciones en Estados Unidos. Esto, como parte de sus intentos para evitar la extradición a Perú, donde tendría que enfrentar cargos de corrupción.
Esto ocurrió en la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de San Francisco, donde se ordenó una “pausa” luego de que un juez de primera instancia y tres jueces de apelación rechazaran las primeras solicitud de Toledo para detener la extradición.
Se suponía que precisamente hoy Toledo llegaría a Perú, donde todo el país ha seguido atento el desarrollo de sus problemas judiciales.
La suspensión de la extradición, que tendrá una duración de 14 días, le servirá a Toledo para solicitar una reconsideración de su caso, o solicitar un panel más amplio de jueces para que vean su caso. Al conocerse el fallo, la defensa del expresidente, liderada por el abogado Jodi Linker, solicitó al tribunal el revocar la orden detención que pesa sobre el acusado, hasta el momento que se levante la suspensión de la extradición.
También se pidió que la orden de detención sea modificada, para que la eventual entrega de Toledo no ocurra en San Francisco, sino en San José, California. Tal entrega había sido inicialmente programada para este viernes por la mañana.
De momento, el expresidente seguirá esperando en prisión, luego de que en febrero de este año los tribunales decidieran revocar su prisión domiciliaria, argumentando que “su riesgo de fuga se ha incrementado”. En la resolución de este viernes se lee: “El Tribunal ordena que Toledo sea internado en una cárcel adecuada, donde permanecerá hasta que se produzca su entrega a las autoridades peruanas. El Tribunal revoca la fianza de Toledo y lo devuelve a la custodia del U.S. Marshall”.
Alejandro Toledo, que gobernó Perú entre 2001 y 2006, es reclamado por su país a causa de ciertos sobornos que habría negociado con el grupo brasileño Odebrecht. Estas acusaciones de corrupción forman parte de una red más extensa, en el contexto del caso de “Lava Jato”, que afectó a distintos países latinoamericanos.
Los cargos que debería enfrentar el expresidente en la Justicia peruana son de colusión y lavado de activos. En el momento en que se le acusó, Toledo negó tales cargos, tildándolos de “persecución política”.
Se estima que Toledo habría recibido hasta 30 millones de dólares en sobornos de Odebrecht, que le habrían sido devueltos a la constructora brasileña en licitaciones y oportunidades para realizar negocios en Perú.
Este miércoles, el juez Thomas Hixon, del distrito Norte de California, emitió una orden pidiéndole que se entregue a las autoridades el próximo viernes a las nueve de la mañana, en San Francisco. Según tal corte de apelaciones, el cumplimiento adecuado de la extradición del exmandatario “favorecería la relación entre ambos países” y promovería la mejora de una “norma internacional para mantener la ley y el orden”.
En julio de 2019, Alejandro Toledo fue arrestado en California. Sobre él entonces ya pesaba una orden de extradición. El presidente había huido de la justicia peruano, luego de negarse a cumplir con los 18 meses de prisión preventiva que los jueves le habían impuesto.