Los países europeos desarrollados están presionando a través de una propuesta que busca que grandes naciones en desarrollo como India, Turquía y Brasil realicen contribuciones obligatorias para enfrentar los problemas ambientales en países de bajos y medios recursos.
Según el diario brasileño Folha de Sao Paulo, que consultó con un negociador, Francia y Alemania quieren implementar esta exigencia en la declaración final de la cumbre del G20 -que se desarrollará el lunes y el martes en Río de Janeiro- para destrabar este asunto en las negociaciones de la COP29, que se viene desarrollando desde el 11 de noviembre hasta el 22 de este mes en Baku, Azerbaiyán.
Según el Acuerdo de París, los países emergentes pueden hacer contribuciones voluntarias; en cambio, los países ricos realizan este aporte de manera obligatoria.
Entre varios países occidentales, se comenzó a barajar en Bakú la cifra de 1,3 billones de dólares anuales como lo que se necesita para la transición climática en los países de menores recursos, indicó la agencia France Presse. Lo que se discute es quién lo va a pagar.
Brasil, que tiene este año la presidencia del G20, se opone a que los emergentes participen en el financiamiento climático bajo el argumento de que los desarrollados son los principales responsables históricos por las emisiones contaminantes que causan el calentamiento global.
Además, señalan el hecho de que los países ricos nunca han cumplido plenamente el objetivo fijado en el Acuerdo de París de 2015, de 100 mil millones de dólares de financiamiento anual.
Los países ricos quieren que los recursos del Banco Mundial y del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) se incluyan en sus objetivos de contribución, según un negociador que conversó con Folha. Este punto también enfrenta la oposición de los países emergentes.
De acuerdo con la agencia Reuters, las 20 principales economías alcanzaron un frágil consenso sobre el financiamiento climático que había eludido las conversaciones de la ONU en Azerbaiyán. El domingo por la mañana, los negociadores acordaron un texto que menciona las contribuciones voluntarias de los países en desarrollo al financiamiento climático, sin llegar a llamarlas obligaciones, según dos diplomáticos.
Folha señaló que “para el gobierno brasileño, la actual cumbre del G20 es especialmente importante para las negociaciones climáticas, teniendo en cuenta que el presidente electo estadounidense, Donald Trump, declaró que retirará a Estados Unidos del Acuerdo de París cuando asuma el cargo”.
El G20, indicó el periódico, será el único foro restante para discutir el clima con la presencia de los principales países ricos y emergentes. También recordaron que durante el primer mandato de Donald Trump (2017-2021), Estados Unidos fue inflexible y la cumbre terminó sin consenso debido a la cuestión climática.
Polémica previa al G20
Por otro lado, la primera dama de Brasil, Rosangela “Janja” da Silva, desató una polémica el sábado al insultar al multimillonario dueño de X Elon Musk, quien de su lado respondió con dardos contra las filas del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Al intervenir de imprevisto en un panel sobre desinformación durante el G20 Social, Janja defendió la necesidad de reglamentar las redes sociales. En un momento del discurso, parece asustarse con un sonido y se agacha.
“Creo que es Elon Musk”, dijo. Y al levantarse agrega: “Yo no tengo miedo de ti, inclusive. ¡F**k you, Elon Musk!”.
Un video corto con la intervención se difundió rápidamente por X, donde la etiqueta “Primeira Dama” se convirtió en uno de los temas más comentados.
En un comentario al video, publicado por el portal Visegrad 24, Musk respondió: “Ellos van a perder la próxima elección”.