Alemania, Dinamarca y Noruega dieron ayer un nuevo paso hacia la normalización de las actividades, al iniciar el levantamiento gradual del confinamiento impuesto a raíz de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, las autoridades advirtieron sobre la “fragilidad” de esta nueva etapa y lo lamentable que sería una “recaída”.
Parte del comercio de Alemania abrió ayer tras un cierre de cuatro semanas, luego de un acuerdo alcanzado entre los gobiernos federales y el central. Dicho plan incluye la reapertura de librerías y otros comercios minoristas con locales de hasta 800 metros cuadrados de superficie, así como los puntos de venta de automóviles y bicicletas. La decisión forma parte de un intento de una vuelta gradual a la vida normal, que se irá completando con el regreso de los estudiantes a las escuelas partir del 4 de mayo.
Se trata de la primera fase de una operación de levantamiento gradual del confinamiento emprendida en un país que tiene la epidemia de coronavirus “bajo control”, pues por segundo día consecutivo el número contagios de Covid-19 fue a la baja. Con todo, Alemania registra hasta ahora 146.653 casos y 4.706 muertos.
Por ello, la canciller, Angela Merkel, advirtió que esta “etapa ganada” es, sin embargo, “frágil”. En ese sentido, admitió estar “muy preocupada” por el creciente incumplimiento, a su entender, de las reglas de distanciamiento social. “Estamos al principio de la pandemia y todavía lejos de que lo peor haya pasado (...) sería lamentable una recaída”, dijo. “Lo que importa ahora es la evolución de la situación hasta el 30 de abril, fecha en la que expiran las normas de protección actuales”, declaró Merkel, quien añadió que habría que esperar probablemente hasta el 8 o 9 de mayo para saber si se pueden levantar otras restricciones.
Dinamarca, por su parte, prosigue con su plan de reapertura “controlada” y “prudente” tras lograr dominar la pandemia. Las hospitalizaciones y las infectados no han dejado de descender durante las últimas dos semanas. Actualmente registra 7.515 casos y 364 decesos.
Por ello, ayer volvieron a abrir sus puertas al público las peluquerías, dentistas, fisioterapeutas y autoescuelas, en el marco de una relajación de las restricciones frente al coronavirus que ya se tradujo la semana pasada en la reapertura de guarderías y escuelas para alumnos de hasta quinto grado.
Al respecto, un grupo de padres abrió en Facebook la página “Mi hijo no va a ser un conejillo de Indias por el Covid-19” en la que defienden que sus hijos permanezcan en casa, ya que “es poco lo que se sabe del virus como para que sea seguro exponerlos al riesgo de ser contagiados”.
Si bien la primera ministra, Mette Frederiksen, subrayó que “nadie quiere que Dinamarca siga cerrada un día más de los necesarios”, también advirtió de la necesidad de actuar con precaución “hasta mantener bajo control la pandemia”. En esa línea, el diario The Copenhagen Post informó ayer que Dinamarca comenzará a realizar pruebas exhaustivas a todas las personas con síntomas de Covid-19.
En Noruega, donde igualmente la pandemia parece bajo control (7.127 casos y 181 muertos), las guarderías volvieron a abrir. Esta medida pone fin a cinco semanas de semiconfinamiento para los más pequeños. La reapertura se efectúa con precauciones: los niños menores de tres años tienen, por ejemplo, que ser colocados bajo la responsabilidad de un adulto en grupos de tres, y aquellos de tres a seis años en grupos de seis, sin mezclarse con los otros, destaca France Presse.
También reanudaron ayer sus actividades psicoterapeutas y psicólogos, a quienes durante esta semana se sumarán peluqueros y dermatólogos. A partir del 27 de abril reabrirán parcialmente los colegios, institutos y universidades.
“Nuestra ambición es que todos los estudiantes de alguna manera regresen a la escuela antes del verano (boreal)”, afirmó la primera ministra, Erna Solberg. “Al trabajar juntos, tenemos el virus bajo control y podemos comenzar a levantar las restricciones poco a poco. Haremos esto juntos, con precaución y tomándonos nuestro tiempo”, dijo.
Pero el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se mostró pesimista ayer con respecto al avance de la pandemia, que ya suma casi 2,5 millones de infectados y más de 170 mil muertos en todo el mundo, apuntando a muchos países que están comenzando a aliviar las medidas restrictivas de cuarentena. “Lo peor aún está por venir. Prevengamos esta tragedia”, alertó.