La mayoría de países miembros del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) emitieron este jueves una declaración conjunta desde Viena pidiendo a Rusia que abandone la central nuclear ucraniana de Zaporiyia.
Según esgrime la carta, la “ocupación militar” de la central “eleva significativamente” el riesgo de un accidente o incidente nuclear, lo que “pone en peligro a la población de Ucrania, a los Estados vecinos y a la comunidad internacional”.
“El Ejército ruso y la corporación nuclear estatal rusa Rosatom deben suspender todas las actividades en la planta nuclear y devolver el control a las autoridades ucranianas”, exigió el organismo.
De los 35 países representados en la Junta de Gobernadores del organismo, 26 han votado a favor de la resolución, siete se han abstenido y otros tres han votado en contra, entre los que se encuentran Rusia y China.
Las autoridades rusas y ucranianas se han acusado mutuamente durante las últimas semanas de poner en peligro la central de Zaporiyia con bombardeos de artillería, mientras que el OIEA ha enviado una misión de inspección para valorar la situación.
La central de Zaporiyia es la más grande de Europa y tiene seis reactores puestos en marcha entre 1984 y 1995. Está controlada por las fuerzas rusas desde marzo de este año, al poco de comenzar la invasión rusa de Ucrania.