Los partidarios de Imran Khan acusan al gobierno y al Ejército de Pakistán de querer expulsar al exprimer ministro de la escena política para que no pueda presentarse a las próximas elecciones, previstas para los próximos meses. Por su parte, el gobierno desmiente esta acusación. No hay ninguna venganza política contra Imran Khan, aseguró un ministro en conferencia de prensa. “Nadie está por encima de la ley en Pakistán”, añadió.

Desde el martes, la situación es muy tensa en Pakistán. En varias ciudades del país estallaron manifestaciones violentas y desde el miércoles se registran incidentes en varias ciudades. El Ejército ha sido llamado como refuerzo en las provincias de Punjab y Jaiber Pastunjuá. Estas dos provincias viven tensiones sin precedentes.

“Temí por mi vida”

Una comisaría de policía fue saqueada en Lahore y se registran disturbios en la ciudad. Según la policía, casi 1.000 manifestantes han sido detenidos en Punjab, la provincia más poblada del país, y 130 agentes del orden han resultado heridos. En Peshawar, al norte del país, las manifestaciones se convirtieron en enfrentamientos entre manifestantes y policía. Al menos un manifestante murió y una docena resultó herida.

Un policía durante una manifestación en Peshawar, el 10 de mayo de 2023. Foto: Reuters

Los manifestantes también intentaron irrumpir en un campamento paramilitar. Otros destrozaron e incendiaron las oficinas locales de la radio nacional. Un periodista que se encontraba en el lugar declaró a RFI que huyó cuando vio a los manifestantes invadir las instalaciones. “Temí por mi vida”, declaró.

Como el martes, las fuerzas del orden responden a veces disparando con munición real sobre la multitud de manifestantes. Hay varios informes de bajas entre los partidarios de Imran Khan, pero es difícil obtener información exacta por el momento. Las escuelas están cerradas, varias empresas y organizaciones internacionales han pedido a sus empleados que trabajen desde casa.

El arresto de Khan se produjo tras meses de crisis política y después de que el exgobernante acusara a los militares -que tienen un gran poder en el país- de haber estado implicados en un complot para asesinarlo.

La policía se enfrentó a seguidores del partido Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI, Partido Pakistaní por la Justicia), de Khan, a lo largo de la noche del martes en ciudades de todo el país.