El papa aceptó este sábado la renuncia como decano del colegio cardenalicio del que fue también secretario de Estado, Angelo Sodano, y estableció que este cargo no sea como hasta ahora vitalicio si no que tenga una duración de cinco años con posibilidad de renovación.
Sodano, de 92 años, era el decano de los cardenales de 2005 ya que hasta ahora era un puesto vitalicio y a pesar de que en últimos años han surgido numerosas acusaciones sobre su supuestos encubrimientos de casos de pederastia cuando era secretario de Estado, como el del fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel.
La decisión del Pontífice se hizo pública este sábado con un motu proprio (documento papal) después del tradicional encuentro para las felicitaciones de Navidad a la Curia romana y que comienza con un saludo del decano.
Cabe recordar que Sodano tuvo un vínculo con Chile. Fue Nuncio apostólico en el país entre 1977 y 1988, durante el régimen de Augusto Pinochet. A su regreso a Roma, labró una carrera ascendente en la curia al asumir como Secretario de Estado bajo el pontificado de Juan Pablo II, por lo que fue considerado como uno de los hombres más influyentes del Vaticano. Renunció al cargo en 2006, durante el papado de Benedicto XVI; de hecho precisamente fue el sucesor de Joseph Ratzinger como decano de los cardenales, antes de que este último fuera designado Papa.
Antes de iniciar su discurso, Francisco agradeció la labor de Sodano y pidió que la Orden de los obispos elija a un nuevo decano que se dedique totalmente a su labor.
"Con el aumento del número de los cardenales, compromisos cada vez mayores pesaban sobre la persona del cardenal Decano, me parece oportuno que de ahora en adelante el cardenal Decano, que siempre será elegido por los miembros de la Orden de los obispos (...) permanezca en el cargo por un quinquenio eventualmente renovable", escribe el papa.
El cardenal decano preside el Colegio, pero no tiene poderes de gobierno sobre los demás purpurados, siendo considerado un "primus inter pares", es decir un primero entre iguales. El decano convoca el cónclave en caso de sede vacante y lo preside si tiene menos de 80 años y por tanto forma parte incluso de los electores.
En el último cónclave, en marzo del 2013, el cardenal Sodano, con más de 80 años, presidió las congregaciones generales de los cardenales, las reuniones previas, pero no pudo entrar en la Capilla Sixtina, así que le tocó al subdecano Giovanni Battista Re, presidir durante las votaciones.