El Papa Francisco calificó hoy de "inhumana" la situación que se vive en la región siria de Guta Oriental, cercado bastión opositor en las afueras de Damasco, y realizó un llamamiento para que se detenga la violencia.
"En estos días mi pensamiento está dirigido a menudo hacia la amada y martirizada Siria, donde la guerra se ha intensificado, especialmente en Guta Oriental", señaló el Pontífice ante los fieles que le escuchaban tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro.
El Pontífice recordó que "este mes de febrero ha sido uno de los más violentos en siete años de conflicto, cientos, miles de víctimas civiles, niños, mujeres, ancianos" y denunció que "han sido atacados hospitales, la gente no tiene nada que comer".