Pese a que por su delicado estado de salud no pudo estar presente en la oración dominical del Ángelus, el Papa Francisco transmitió un mensaje a los fieles.

El cardenal checo-canadiense Michale Czerny fue el encargado de reemplazar al Papa y de leer el sermón que éste preparó desde el hospital. “En mi prolongada hospitalización, también yo experimento el esmero en el servicio y la ternura en el cuidado, especialmente por parte de los médicos y de los operadores sanitarios, a quienes doy las gracias de corazón”, dice el escrito.

“Y mientras estoy aquí, pienso en las muchas personas que, de diversos modos, están cerca de los enfermos y son para ellos un signo de la presencia del Señor. Tenemos necesidad de esto, del ‘milagro de la ternura’ que acompaña a quien está pasando un momento difícil, y lleva un poco de luz en la noche del dolor”, añade el mensaje de Francisco, quien se mantiene hospitalizado desde el 14 de febrero a causa de una neumonía bilateral.

Junto con recordar el inicio de al cuaresma, el pontífice hizo mención a los conflictos bélicos del mundo y llamó a la paz. “Sigamos invocando juntos el don de la paz, especialmente en la martirizada Ucrania, en Palestina, Israel, el Líbano, Myanmar, Sudán y en la República Democrática del Congo”.

Asimismo, se refirió a la escalada de la violencia en Siria -que ha dejado más de mil muertos en apenas dos días- y aseveró: “Espero que cese definitivamente, en el pleno respeto de todos los componentes étnicos y religiosos de la sociedad, especialmente de los civiles”.

Según el último reporte del Vaticano, Francisco descansó y pasó una noche tranquila. Ayer por la tarde, comunicaron que ha experimentado una ligera y gradual mejoría, una buena respuesta a la terapia y que se mantiene bajo pronóstico reservado.