El Papa Francisco se convirtió en el primer Pontífice en visitar la Península Arábiga ayer, pocas horas después de haber emitido su condena más fuerte hasta la fecha a la guerra en Yemen, donde su anfitrión, Emiratos Árabes Unidos, tiene un importante papel militar.

Poco antes de partir hacia Abu Dabi, el Papa Francisco dijo que estaba siguiendo la crisis humanitaria en Yemen con gran preocupación, y usó su discurso habitual del domingo en la Ciudad del Vaticano para instar a todas las partes a implementar un frágil acuerdo de paz y llevar ayuda a millones de personas hambrientas.

Las imágenes de la televisión mostraron a Francisco siendo recibido a su llegada por el príncipe heredero de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed al-Nahyan, quien lo escoltó para encontrarse con el jeque Ahmed al-Tayeb, el gran imán de la mezquita Al-Azhar de Egipto.

El Papa, que se reunirá con líderes musulmanes dijo que el viaje es una oportunidad para escribir "una nueva página en la historia de las relaciones entre las religiones".