El Papa Francisco se ausentará de las ceremonias del Viernes Santo para guardar el reposo que le recomendaron sus médicos tras salir de su hospitalización.

Francisco, quien estuvo internado por poco más de un mes a causa de una neumonía bilateral, no dirigirá la liturgia de Viernes Santo que se celebra en la basílica de San Pedro, ni estará presente en el tradicional Vía Crucis en el Coliseo de Roma.

Sin embargo, transmitió sus meditaciones, que serán leídas a lo largo de las estaciones del Vía Crucis, por el cardenal Baldassare Reina.

“La vía del Calvario pasa por nuestras calles de todos los días. Nosotros, Señor, por lo general vamos en dirección opuesta a la tuya. Precisamente de ese modo puede ocurrir que nos encontremos con tu rostro, que nos crucemos con tu mirada”, dice el mensaje escrito por el jefe de la Iglesia.

El pontífice, pese a que no dirigió la liturgia del Jueves Santo, hizo una visita a la cárcel Regina Coeli en Roma. “Me gusta hacer cada año lo que hizo Jesús el Jueves Santo, el lavatorio de los pies, en la cárcel. Este año no puedo, pero sí puedo y quiero estar cerca de ustedes. Rezo por ustedes y sus familias”, comentó a los reclusos.

De momento, se desconoce si podrá dar la bendición “Urbi et Orbi” que se realiza todos los años en uno de los balcones de la basílica de San Pedro el Domingo de Resurrección.