Cuando el director del instituto Maurice-Ravel de París puso el grito en el cielo, renunciando a su cargo en el establecimiento educacional, las autoridades francesas decidieron intervenir. Había denunciado que fue amenazado de muerte tras pedirle a una estudiante musulmana que se quitara el pañuelo dentro de la sala, en línea con la legislación de corte laico aprobada en el país, pero tras la intimidación, el director decidió salir. Dos de sus colegas habían sido asesinados por exestudiantes radicalizados, en 2020 y hace cinco meses.

La respuesta oficial fue anunciada por Nicole Belloubet, la ministra de Educación gala, quien señaló que se crearía una “fuerza de seguridad móvil” para enviar a escuelas “con problemas”, y así tranquilizar a los profesores reforzando la seguridad en colegios en los que puedan ocurrir actos violentos.

Esta fuerza escolar permitirá a los establecimientos en problemas hacer frente a las dificultades durante un largo período, y está destinada a tranquilizar a los profesores”, declaró la jefa de cartera durante una visita a un instituto de formación profesional en Burdeos.

La policía francesa asegura la zona después de que un profesor muriera y varias personas resultaran heridas en un ataque con cuchillo en el instituto Lycee Gambetta-Carnot en Arras, norte de Francia, el 13 de octubre de 2023. Foto: Reuters

Según la agencia de prensa francesa AFP, desde el gabinete de la ministra aclararon que el equipo estará compuesto por “una veintena de agentes de la Educación Nacional”, e iniciará sus actividades a partir de septiembre, fecha de inicio del curso escolar 2024.

En caso de ser solicitado, este equipo “podrá desplegarse en todo el territorio nacional en un plazo de 48 horas”. Su misión es la de garantizar la seguridad en una escuela que pase por una “crisis aguda”, entregando seguridad interna, tranquilidad y competencias educativas, consignó BBC.

“Los profesores no están solos y todos estamos formando un escudo en torno a ellos, en torno a nuestras escuelas”, añadió Belloubet a la prensa local.

El caso detonante

No es el primero, ni el más grave, pero forzó la movilización de las autoridades. El caso ocurrió a fines de febrero, cuando el director del Liceo Maurice Ravel de París insistió a una alumna en que se quitará el velo islámico, siguiendo el reglamento de la legislación francesa. Pero la joven denunció que el director la había golpeado tras una acalorada discusión, mas la policía no pudo encontrar ninguna prueba que acreditara sus afirmaciones.

Esto no detuvo la escalada en la situación, y tras recibir numerosas amenazas de muerte publicadas en redes sociales, el director del establecimiento decidió dimitir durante la semana pasada, asegurando que lo hacía por su “propia seguridad y la de la escuela”.

Tras la denuncia del profesor, la policía ha estado patrullando los alrededores de la escuela, consignó BBC, y dos personas fueron detenidas relacionadas con las amenazas de muerte, pero ninguna de ellas es parte de la comunidad educativa en cuestión.

A la reciente situación le preceden dos hechos dramáticos. En un suburbio de París, en 2020, Samuel Paty, un profesor francés de secundaria, fue decapitado en la calle en un acto de terrorismo islamista. Había mostrado en una clase sobre libertad de expresión una caricatura de la revista Charlie Hebdo que representaba al profeta islámico Mahoma, invitando a los estudiantes musulmanes que abandonaran la sala si así lo deseaban.

Personas se reúnen en la Plaza de la República, en París, para rendir homenaje a Samuel Paty, el profesor francés que fue decapitado en las calles del suburbio parisino de Conflans-Sainte-Honorine, el 18 de octubre de 2020. Foto: Reuters

Días después, su asesino publicó una imagen de la cabeza cortada de Paty en el entonces Twitter, asegurando que había actuado “en nombre de Alá” y porque el profesor había menospreciado a Mahoma. Se trataba de un refugiado ruso de origen checheno de 18 años, quien fue abatido por la policía durante su detención.

El segundo se dio en octubre de 2023, cuando el profesor Dominique Bernard fue asesinado tras recibir una puñalada en la garganta y el tórax. Antes del ataque, el asesino, un islamista de origen checheno de 20 años, grabó un audio en el que juraba su lealtad al califa del Estado Islámico, Abu Hafs al-Hachemi al-Qourachi, declarando también su odio a Francia.

De vuelta al presente, el viernes pasado, diputados y funcionarios locales se congregaron frente al colegio de las últimas amenazas contra un profesor en apoyo al director del establecimiento, además de exigir que se sigan aplicando las leyes laicas en las escuelas francesas.