Las imágenes de scooters eléctricos (de arriendo o privados) violando todo tipo de normas de tráfico (más de una persona a bordo, con niños pequeños a los mandos, saltando semáforos en rojo...) son el pan de cada día en París, donde medios locales y foros en redes sociales difunden videos con acciones peligrosas.
Uno de los incidentes que causó más impacto fue el atropello mortal en junio de 2021 de una mujer de 31 años que paseaba por las orillas del Sena con una amiga, y que fue golpeada por un scooter con otras dos mujeres a bordo, que se dieron a la fuga, detalla EFE.
Por ello, este domingo cerca de 1,4 millones electores parisinos estaban llamados a votar para responder a una insólita cuestión que genera tanta pasión como odio: ¿Está usted a favor o en contra de los scooters eléctricos de arriendo en la ciudad?
Y el resultado fue categórico. París votó por abrumadora mayoría a favor de prohibir los scooters eléctricos de arriendo en las calles de la capital francesa, lo que supone un duro golpe para los operadores y una victoria para los defensores de la seguridad vial.
Los resultados de la oficina de la alcaldía de París mostraron que casi el 89,03% de los votos en un referéndum en toda la ciudad habían sido emitidos en contra de los e-scooters de arriendo, una decisión que la alcaldesa Anne Hidalgo ha prometido respetar, pese a que la votación solo tenía carácter consultivo. La socialista abogaba por la retirada de los scooters eléctricos una vez finalizado el contrato actualmente en vigor el próximo 31 de agosto.
En concreto en el referéndum se depositaron 91.385 votos en contra de los scooters eléctricos por 11.256 (10,97%) a favor, según los resultados oficiales publicados por el Ayuntamiento de París. Pese a la claridad del resultado, destaca la baja participación, de un 7,46%, consignó Europa Press.
“Tras finalizar la jornada no hay ningún incidente que pudiera alterar la validez del voto. Saludamos la calidad del sistema de votación y la profesionalidad de los agentes movilizados”, enfatizó el presidente de la Comisión de Control, Yves Charpenel.
“Estamos felices. Es por lo que hemos estado luchando durante más de cuatro años”, dijo Arnaud Kielbasa, cofundador de la organización benéfica Apacauvi, que representa a las víctimas de accidentes de scooters eléctricos. “Todos los parisinos dicen que están nerviosos en las aceras, nerviosos cuando cruzan las calles. Hay que mirar por todas partes”, comentó a AFP Kielbasa, cuya esposa y su pequeña hija fueron atropelladas por un conductor de scooter eléctrico. “Por eso han votado en contra de ellos”, apuntó.
Introducidos hace un poco más de un lustro por la propia Hidalgo como una manera eficiente y poco contaminante de transporte, los 15.000 scooters de arriendo esparcidos por la capital francesa han desbordado a las autoridades locales. Si tienen un franco éxito entre la población joven, también es cierto que el número de accidentes ha explotado.
Los scooters eléctricos (de arriendo o privados) protagonizaron 459 accidentes en 2022, con tres muertes y 426 heridos (el doble de lesionados que en 2019), según cifras del Ayuntamiento. “Además, ensucian el espacio público (muchas veces se dejan tiradas en cualquier lado) y crean un sentimiento de inseguridad continuo”, manifestó a EFE el concejal de Transportes de París, el ecologista David Belliard.
Hidalgo dijo el domingo que el modelo de negocio de las empresas de scooters eléctricos presentes en París (Lime, Tier y Voi) era “muy caro, cinco euros por 10 minutos, no es muy sostenible y, sobre todo, es la causa de muchos accidentes”.
La consulta no afectará a los scooters eléctricos de propiedad privada, de los cuales 700.000 se vendieron a nivel nacional el año pasado, según cifras del Ministerio de Transportes. Cada día se realizan alrededor de 100.000 viajes en Francia en e-scooters arrendados en alrededor de 200 pueblos y ciudades.