El Parlamento japonés ha aprobado este miércoles un proyecto de ley que permite ampliar la vida de los reactores nucleares más allá del límite de 60 años establecido hasta el momento, una medida con la que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mientras se garantiza el correcto suministro eléctrico.
Los diputados han enmendado así cinco leyes relacionadas con el sector energético del país, incluida la normativa de electricidad, que regula la vida útil de los reactores nucleares.
Tras el desastre de Fukushima en 2011, las autoridades japonesas introdujeron una serie de estándares de seguridad que limitaban la vida de los reactores de 40 años, en un inicio, y a 60 en caso de que los reactores sean sometidos a una serie de mediadas de mantenimiento y mejora.
Sin embargo, la nueva medida podría prolongar este plazo al descontar el periodo de tiempo que estos reactores están sin utilizarse, según informaciones de la agencia de noticias Kiodo.
Además, según la nueva ley de regulación de reactores, la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) del país verificará las condiciones en las que se encuentran los reactores y las instalaciones al menos cada 10 años después de tres décadas de funcionamiento para garantizar la seguridad de las instalaciones.
“Estos reactores no estarán operativos a menos que pasen las revisiones de la NRA cada 10 años y obtengan las aprobaciones”, ha informado el ministro de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura, en una rueda de prensa.
Con esta propuesta, el Gobierno busca dar una respuesta a la escasez de suministro energético mediante la energía atómica como fuente principal. Ante la crisis de energía, el Ejecutivo ha pedido en diversas ocasiones a los ciudadanos que tomen medidas para limitar su consumo de electricidad.