Este miércoles el parlamento de Hungría aprobó la llamada ley "Stop Soros". Proyecto que busca penalizar con hasta un año de cárcel a miembros de ONGs que ayuden a refugiados o inmigrantes ilegales.

La medida fue aprobada por la mayoría de los parlamentarios del partido del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

Además fue aceptada una enmienda constitucional contra el sistema de reubicación de inmigrantes que rige en los países miembros de la Unión Europea.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, lamentó la decisión del parlamento. Asimismo, advirtió que la restricción de este rol "puede causar más daño a niños que ya han sido forzados a huir de sus hogares, a menudo viviendo experiencias traumáticas, y además perpetuar peligrosamente conceptos erróneos arraigados en el racismo y la discriminación".

El director regional de Unicef en Europa, Afshan Khan urgió al gobierno húngaro a mantenerse firme en su compromiso de proteger los derechos de los niños como miembro de la Convención para los Derechos del Niño, así como de la Unión Europea (UE) y de tratados internacionales.

En ese sentido, se mostró dispuesto a apoyar a las autoridades húngaras en sus esfuerzos para proteger y promover los derechos de los niños y niñas en el país.

La decisión del parlamento se da justo en el Día Internacional del Refugiados, que se conmemorada desde 2001.