El jefe del comité de Defensa del Parlamento ruso, Andrei Kartapolov, aseguró que no se decretará la movilización general en Rusia, horas después de que la Cámara Baja haya endurecido las penas de cárcel por actos en periodo de guerra.

Consultado en una entrevista con Parliamentska Gazeta por los temores que se habían levantado a cerca de una posible movilización general de cara a reforzar el frente en Ucrania, Kartapolov aseguró que tal miedo está “absolutamente injustificado”, a la vez que ha sostenido que “no habrá movilización general”.

“El presidente ha hablado de esto más de una vez y habla directamente a través de su secretario de prensa, Dmitry Peskov. ‘Ley’ no es lo mismo que ‘movilización’. No se adopta específicamente para una operación militar especial, se adopta para ser realizado durante mucho tiempo. Al menos hasta que llegue el momento en que ya no sea necesario”, ha dicho en la entrevista.

En este sentido, justificó el proyecto de ley aprobado este martes por la Duma -que contempla penas de entre tres y diez años de cárcel por rendición- como un modo de “poner todo en su lugar”.

“El hecho es que en el momento de la ‘democratización’ general de nuestro Estado en los años noventa, cuando se nos impusieron leyes según los patrones de nuestros ‘amigos jurados’, una serie de artículos y disposiciones de nuestra legislación simplemente desaparecieron. Ha llegado el momento de volver a poner todo en su lugar”, añadió el jefe del comité de Defensa del Parlamento ruso.

No obstante, admitió que “el catalizador del proceso” ha sido la “operación militar” que se está llevando a cabo en Ucrania, la cual calificó como “una guerra en toda regla, una guerra entre Rusia y el Occidente colectivo”.

“Luchar con un dedo, entiendes, es imposible. Tenemos que ir y endurecer las leyes también”, expresó Kartapolov.

Tras la aprobación de la ley por parte de la Duma Estatal, analistas han especulado con la posibilidad de que fuera un paso previo de cara a una movilización general ante la guerra en Ucrania, debido a los varapalos militares de las últimas semanas, si bien el Kremlin había apuntado anteriormente que esta opción no estaba sobre la mesa.