El Parlamento polaco votó el lunes a favor de que Donald Tusk se convirtiera en primer ministro, poniendo fin a ocho años de gobierno nacionalista y sentando las bases para un deshielo de las relaciones con la Unión Europea.
Polonia ha visto congelados decenas de miles de millones de euros de fondos de la Unión Europea debido a una disputa con Bruselas sobre los estándares democráticos, pero Tusk, expresidente del Consejo Europeo, ha prometido mejorar las relaciones y desbloquear el efectivo.
Durante la votación, 248 estuvieron a favor de que Tusk se convirtiera en primer ministro y 201 se manifestaron en contra.
“Renunció a la vida cómoda que podría haber tenido después de ser presidente del Consejo Europeo y regresó... para luchar por la victoria de la democracia, la decencia y la justicia”, dijo Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, líder del Partido Popular Polaco (PSL), que forma parte de la coalición que lidera Tusk.
Horas antes, el exprimer ministro Mateusz Morawiecki, del partido nacionalista Ley y Justicia (PiS), perdió un voto de confianza.
Los críticos dicen que PiS socavó la independencia judicial, convirtió a los medios estatales en un medio de propaganda y fomentó los prejuicios contra minorías como los inmigrantes y la comunidad LGBT.
PiS dice que defendió la soberanía y las tradiciones de Polonia de la interferencia extranjera durante su tiempo en el poder, al tiempo que mejoró los niveles de vida de millones de polacos mediante la introducción de beneficios sociales y el aumento del salario mínimo.
Tusk, quien fue primer ministro de Polonia entre 2007 y 2014, dará un discurso ante el Parlamento el martes exponiendo los planes de su gobierno.