Este domingo, cerca de 59 millones de alemanes están convocados para votar en las elecciones generales que decidirán la composición del Bundestag (parlamento alemán), compuesto hoy por 736 diputados.

Con los locales de votación ya cerrados, las encuestas a pie de urna siguieron estrechamente lo predicho por las encuestas. El medio ARD1 informó que el partido conservador, CDU/CSU había conseguido el 29% de los votos, siendo así el partido más votado de la jornada.

Por su parte, la AfD, el partido de extrema derecha, habría conseguido un 19,5%, instalándose como la segunda fuerza política alemana. El socialdemócrata SPD, liderado por el actual canciller Olaf Scholz, queda en un tercer lugar con 16% de los votos.

Aun alcanzando a entrar en el parlamento, los Verdes tendrían un 13,5% de los votos, contra un 8,5% de Die Linke (la izquierda). Tanto el partido libertario (FDP) como el BSW de Sahra Wagenknecht (izquierda antimigración) quedarían por debajo del 5% de los votos necesarios para entrar al Legislativo.

Mujer vistiendo un traje de carnaval vota en Koln. Foto: Reuters.

Durante la noche, el ganador de las elecciones y líder de la CDU, Friedrich Merz, aseguró estar viviendo una “noche de elecciones histórica”. Asimismo, se declaró “confiado en ser capaz de crear un gobierno que actúe por el interés de Alemania”. Pensando en la formación del Ejecutivo, el “futuro canciller” aseguró que “el mundo no está esperándonos a nosotros o a las negociaciones que hagamos”.

Respecto a cómo formaría coalición, Merz aseguró que “no es secreto que preferiría tener solo un compañero de coalición, y no dos. Y una coalición con el AfD está fuera de la mesa. Sus seguidores lo sabían desde el inicio y aún así votaron por ellos”.

Con el resultado actual, la CDU no podría formar matemáticamente una coalición bipartidista sin el AfD, e incluso la llamada “Gran Coalición” con el SPD solo tendría el 45% de los escaños en el parlamento. Las opciones que le quedan a Merz son dos: podría invitar a los Verdes a darles una mayoría cómoda, lo que sería una medida impopular entre los conservadores. o invitar a los Demócratas Libres (FDP) como socio menor, siempre que el partido favorable a las empresas supere el obstáculo mínimo del 5%.

Los electores que votaron este domingo no eligieron directamente al próximo canciller alemán; en cambio, eligieron a los miembros del Bundestag, la cámara baja del parlamento alemán. A menos que un partido obtenga una mayoría absoluta por sí solo, el partido con más representantes en el Bundestag intenta construir una coalición de gobierno que tenga una mayoría parlamentaria. Normalmente, el partido con más votos en una coalición gobernante designa a su candidato declarado a canciller para dirigir el gobierno.

Friedrich Merz celebrando su victoria en las elecciones generales alemanas. Foto: Reuters.

La participación, indica ARD, alcanzará el 83,5% de los votantes, lo que sería el porcentaje más alto desde la reunificación alemana en 1990. Ya a las 2 de la tarde, el 52% de las personas que podían votar lo habían hecho, indicó la presidenta de la Comisión Electoral Central, Ruth Brand. Comparado con 2021, a la misma hora, solo un 36,5% de los alemanes había votado.

Analizando el desglose estado por estado de hoy, habría una participación particularmente alta en el estado de Turingia (44,5% al ​​mediodía, frente al 24,6% en 2021): un bastión de AfD y donde el partido de extrema derecha ganó las elecciones estatales en septiembre del año pasado.

Esta es la primera vez que se vota en invierno desde los años ochenta, y la elección general, que fue adelantada luego de que se fracturara la coalición gobernante, cayó justo en la temporada de carnaval. Por eso mismo, distintos votantes fueron vestidos con trajes festivos a sus locales de votación.

Seguidores de Friedrich Merz en los cuarteles generales de la CDU reaccionan a las encuestas de pie de urna. Foto: Reuters.

En medio de un contexto internacional marcado por la guerra de Rusia en Ucrania y Donald Trump, de a poco, dándole la espalda a Kiev, los alemanes estarían dando un giro a la derecha conservadora, después de casi tres años de gobierno socialdemócrata. Las encuestas ponen a los candidatos del CDU/CSU, la unión de centroderecha, con un 30% de la intención de votos. En tanto, AfD, el partido de extrema derecha, se lleva el 21%, aunque es muy difícil que entre en el gobierno. El socialdemócrata SPD llega a un 16%, mientras que los verdes tienen un 13%.

Luego de casi tres años de gobierno de la coalición “semáforo”, en la que se juntaban los socialdemócratas, verdes y liberales, esta vez la CDU podría volver al poder de la mano de Friedrich Merz. De 69 años, y habiendo entrado en los ochenta a la democracia cristiana, el candidato a canciller representa un quiebre con el liderazgo de Angela Merkel, que dejó la presidencia del partido en 2021.

Roni Lehrer, doctor en la Universidad de Mannheim, comenta las posibilidades de Merz al frente de Alemania: “Friedrich Merz ha estado subrayando dos puntos en esta campaña: la reducción de la inmigración ilegal y un cambio en las políticas económicas. Hasta qué punto un gobierno bajo su liderazgo puede realmente marcar una diferencia depende del resultado de las elecciones y de la negociación de la coalición”.

Los líderes de la AfD, Alice Weidel y Tino Chrupalla, reaccionan a las encuestas a pie de urna en Berlín. Foto: Reuters.

Por su parte, con estas elecciones la AfD está consiguiendo el mejor resultado de su historia, casi duplicando el 10% que obtuvo en 2021. Sin embargo, considerando el sistema político del país, es casi imposible que sus candidatos conquisten alguna posición de poder importante, al menos en estas elecciones.

Al respecto, Lehrer comenta para La Tercera: “Al menos que haya un cambio muy inesperado en la mentalidad de los partidos de la Unión (CDU/CSU), no tienen camino hacia el poder. Sin embargo, buscarán controlar puestos importantes dentro del parlamento, como los puestos de presidente de comisión o un puesto de vicepresidente, para los que otros partidos no han elegido miembros de AfD antes”.

Con estos resultados, la AfD está llamada a convertirse en el mayor partido de la oposición, aunque las autoridades de seguridad lo vigilan como una fuerza presuntamente extremista. Desde que fue fundado por profesores euroescépticos hace doce años, el partido se ha vuelto cada vez más radical en sus posiciones antimigración.

El resultado es recibido como un golpe para el SPD, que con su 16% deja de ser la fuerza política gobernante en el país. El líder de los socialdemócratas y canciller saliente, Olaf Scholz, aseguró que se trataba de una derrota “amarga”, pero felicitaba por sus resultados a Merz. Por otra parte, refiriéndose a los resultados de la AfD, indicó que la extrema derecha era algo que “nunca debemos aceptar”.

Boris Pistorius, ministro de defensa y “número 2″ del SPD, reconoció que se trataba de un resultado “devastador, catastrófico”. En caso de que Scholz renuncie al liderazgo en el partido socialdemócrata, los medios alemanes indican que sería Pistorius quien lo asumiría.

Quien sea el que se convierta en canciller tendrá que hacer frente a una economía complicada por altos costos energéticos y laborales, una burocracia asfixiante, y un crecimiento que se ha contraído durante dos años consecutivos por primera vez en décadas.

Olaf Scholz reaccionando a las encuestas de pie de urna en el evento del SDP. Foto: Reuters.

Las proyecciones de ARD muestran cómo estaría dividido el voto según sexo y edad. En ese sentido, el voto de la AfD habría sido significativamente más masculino (23% de los hombres, 17% de las mujeres). En tanto, el partido de izquierda Die Linke ganó entre los votantes más jóvenes, de entre 18 y 24 años, con un 25%,superando así a la AfD (20%) y a la CDU (13%). Esto último llama la atención, considerando que en todas las edades juntas Die Linke solo consiguió un 8,5% de los votos.