Las tres semanas de campaña en Francia no fueron suficiente para revertir la tendencia que se observó en las elecciones europeas del 9 de junio pasado. Porque en los primeros resultados de los sondeos a boca de urna de la primera vuelta de las elecciones legislativas de ese país, la agrupación de extrema derecha se impuso, seguido por la coalición de izquierda Nuevo Frente y dejando a Ensemble (Juntos) del Presidente, Emmanuel Macron, en el tercer lugar. Ante esto el mandatario hizo un llamado a una “amplia unión claramente democrática y republicana”, contra el partido de Marine Le Pen, en la segunda vuelta, que se celebrará el 7 de julio.
“La alta participación en la primera vuelta de estas elecciones legislativas demuestra la importancia de esta votación para todos nuestros compatriotas y la voluntad de clarificar la situación política”, indicó el mandatario en comunicado, que recibió un duro golpe en estos comicios.
Por primera vez en Francia, bajo la Quinta República, la extrema derecha obtuvo el primer puesto en la primera vuelta de las elecciones legislativas. El partido Reagrupamiento Nacional (RN), presidido por Jordan Bardella, obtuvo un 33,2% de votos, según la estimación del instituto Ifop para la cadena TF1 al cierre de los colegios. Un resultado que casi se duplicó respecto a las elecciones legislativas de 2022, cuando la RN alcanzó el 18,7% en la primera vuelta. Incluso logró aumentar su impulso con respecto a su resultado europeo (31,37%), gracias a la alianza establecida con el presidente del partido Los Republicanos (LR), Eric Ciotti.
Según los análisis demográficos, los votantes del RN son principalmente hombres, trabajadores o empleados, de entre 50 y 59 años, según la encuesta Ipsos-Talan para Radio France y France Télévisions. Las personas de entre 50 y 59 años votaron el 40% por el RN, mientras que los jóvenes de entre 18 y 24 años votaron el 48% por el Nuevo Frente Popular. En conjunto, el campo presidencial ocupa el primer lugar entre los mayores de 70 años, con el 32% de los sufragios.
Esto lo coloca en camino de ganar entre 230 y 280 escaños en la Asamblea Nacional de 577 escaños y convertirse fácilmente en el grupo más grande del parlamento.
A RN le siguió la coalición Nuevo Frente Popular, con un 28,1%. Mientras que el partido de Macron, Ensemble (Juntos), que actualmente conforma el primer grupo en la Asamblea Nacional en número de diputados, quedó en tercera posición, con un 21%. El partido Los Republicanos restantes que no se unieron al acuerdo de Le Pen y Ciotti obtuvo un 10%.
La participación, estuvo cerca al 70% según las estimaciones, y es la más alta en unas legislativas desde 1997. Lla alta participación implica que habrá decenas de distritos con tres candidatos presentes en la segunda vuelta. En la primera vuelta de las anteriores legislativas, hace dos años, fue del 47,5%. Entonces solo hubo 8 distritos con triangulares. El 7 de julio podría haber más de 200.
Según explicó el diario español El País, las triangulares dispersan el voto, lo que puede facilitar la elección de los candidatos del RN, que parten liderando. Si los candidatos menos votados se retiran para concentrar el voto contra la extrema derecha, los de Le Pen podrían tener un panorama más complicado para lograr una mayoría absoluta.
Este terremoto político se originó cuando Macron sorprendió al país al convocar a elecciones después de que su alianza centrista fuera aplastada en las elecciones europeas de este mes por RN de Marine Le Pen. Al anunciar la disolución de la Asamblea Nacional el 9 de junio, el mandatario contaba con las divisiones de la izquierda expuestas durante la campaña europea y con un nuevo obstáculo republicano para vencer en la segunda vuelta a la extrema derecha.
Según The Economist, se trataba de una estrategia que ya había funcionado tres veces en el pasado: en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2017 y en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2022 para hacerle ganar a Marine Le Pen y luego, en menor medida, en la segunda vuelta de las elecciones legislativas de 2022 para obtener una mayoría relativa en la Asamblea Nacional.
La barrera republicana, sin embargo, se resquebrajó considerablemente hace dos años, cuando RN obtuvo una cifra récord de 89 diputados. De todos modos, Emmanuel Macron y un pequeño grupo de asesores estimaron que la apuesta volvería a ser ganadora. Algo que no resultó en esta oportunidad.
“Coalición de la libertad”
Debido al sistema electoral puede dificultar la estimación del reparto exacto de escaños en la Asamblea Nacional, de 577, y el resultado final no se conocerá hasta el final de la votación, el 7 de julio. Otro de los resultados que es posible es que no haya un parlamento sin mayoría absoluta, lo que podría llevar a un punto muerto, sin que ningún partido pueda formar gobierno, lo que sumiría al país en meses de incertidumbre. Según la Constitución, Macron tendría que esperar un año antes de convocar nuevas elecciones parlamentarias.
En su bastión de Paso de Calais, Marine Le Pen fue la primera en hablar el domingo por la tarde ante sus partidarios y se dirigió a quienes no votaron por el partido: “Les llamo a unirse a la coalición de la libertad, la seguridad y la fraternidad “, dijo. Unos minutos más tarde, su protegido, Jordan Bardella consideró que la segunda vuelta será “una de las más decisivas de toda la historia de la Quinta República”, animando también a los votantes aún no convencidos a introducir en las urnas una papeleta nacionalista.
El líder de la Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, por su parte, celebró el resultado obtenido por la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular. El exdiputado dijo que la segunda vuelta será ante todo un duelo entre la coalición de izquierdas y el partido de RN.
En el caso de que alguno de sus candidatos esté en una triangulación dijo que se iban a retirar. “En ningún sitio permitiremos que gane Reagrupamiento Nacional, así que si quedamos en tercer lugar retiraremos nuestra candidatura”, destacó. “Ni un voto más, ni un escaño más para RN”, añadió.
Según Le Figaro, el dilema persistía en la arena presidencial, donde algunas figuras ya han hecho saber que no votarían por un candidato rebelde. Desde las escaleras de Matignon, el primer ministro Gabriel Attal finalmente resolvió la cuestión, dictaminando que ningún voto “debería ir RN “ e indicó la retirada caso por caso de sus candidatos que quedaron en tercer lugar, si no están bien preparados para que el partido se enfrente en una contienda electoral. El jefe del Gobierno, sin embargo, no dio instrucciones claras a sus electores, que se enfrentarían a un duelo entre el RN y un candidato de La Francia Insumisa (LFI).
Si RN obtiene la mayoría absoluta de 289 escaños el 7 de julio, la diplomacia francesa podría verse abocada a un periodo de turbulencias sin precedentes: con Macron -que ha dicho que continuará su presidencia hasta el final de su mandato en 2027- y Bardella disputándose el derecho a hablar en nombre de Francia.
Francia ha tenido tres periodos de “cohabitación” -cuando el presidente y el gobierno son de bandos políticos opuestos- en su historia de posguerra, pero ninguno con visiones del mundo tan radicalmente divergentes compitiendo en la cúspide del Estado.
Las encuestas sugieren que esto es posible, pero no seguro. Bardella, de 28 años y una figura popular en TikTok, insiste en que no aceptará el trabajo a menos que cuente con dicha mayoría en el parlamento. Sin ella, si Macron le pidiera que intentara formar un gobierno, podría ser derrocado por una moción de censura en el primer obstáculo. Francia entonces emprendería la búsqueda de un primer ministro capaz de formar un gobierno estable, lo que podría llevar a un período que se asemeja a la crónica inestabilidad de la cuarta república del país, en 1946-1958.
Así, la Constitución de la quinta república, ideada por Charles de Gaulle en 1958 precisamente para aportar la tan necesaria estabilidad, podría verse sometida a una dura prueba. La semana pasada, Le Pen cuestionó la separación de poderes, sugiriendo que el papel constitucional del Jefe del Estado como comandante en jefe de las fuerzas armadas es sólo “honorífico”. En cualquier caso, los mercados están preocupados. El 28 de junio, el diferencial de rendimiento entre los bonos soberanos franceses y alemanes a diez años alcanzó su nivel más alto desde 2012. Francia parece dirigirse a toda velocidad, en un estado de ira y aprensión, hacia lo políticamente desconocido, indicó The Economist.
Por otro lado, el partido Los Republicanos, heredero del sector conservador gaullista francés, publicó un comunicado en el que no da instrucciones de voto para la segunda vuelta. “La próxima semana es crucial. Invitamos solemnemente a todos aquellos que se niegan a ser los rehenes de una elección obligada a dar su voto a los candidatos de Los Republicanos presentes en la segunda vuelta. Donde no estamos presentes en la segunda vuelta, considerando que los electores son libres en su elección, no damos instrucciones nacionales y dejamos que los franceses se expresen en conciencia”, publicó el partido en un comunicado.
El comunicado establece un reconocimiento con la división que ha partido a la colectividad después de que su líder, Éric Ciotti, propusiera un acuerdo con la Agrupación Nacional. El propio Ciotti ha resaltado tras conocerse los resultados electorales que “los franceses han expresado claramente su deseo de cambio y alternancia”.
Mientras, miles de personas han salido este domingo a las principales plazas de las ciudades de toda Francia en apoyo al Nuevo Frente Popular. La concentración más importante se llevó a cabo en la plaza de la República de París, donde se corearon consignas como “Todos somos antifascistas”, “Todo el mundo odia a la policía” o “Justicia para Nahel”, el adolescente muerto por disparos de la Policía en junio de 2023 en Nanterre.
Mientras, en Lyon, la manifestación terminó en disturbios, levantamiento de barricadas y disparos de botes de humo en la plaza Bellecour de la ciudad. Las autoridades informaron de la presencia de elementos de “extrema izquierda radical”, según indicó Le Figaro. También se realizaron protestas en Nantes, donde la manifestación fue disuelta bajo “una lluvia de gases lacrimógenos”.