La elección de Brasil como sede de la Copa América, luego de que Argentina y Colombia fueran descartadas como los países donde se disputaría el campeonato donde compiten las selecciones de fútbol de la región, causó sorpresa en el mundo político del gigante sudamericano debido a la crisis sanitaria que vive el país.
Desde el Partido de los Trabajadores (PT) su presidenta, Gleisi Hoffmann, cuestionó la decisión de la Conmebol y el hecho que el Presidente Jair Bolsonaro haya permitido que se realice el certamen cuando las cifras de contagios siguen aumentando y el proceso de vacunación contra el Covid-19 no avanza.
“¡Y nos enteramos que Bolsonaro autorizó la realización de la Copa América aquí en Brasil! ¿Es en serio? En medio de la pandemia, llegada de la tercera ola, riesgo de falta de camas y suministros y con vacunación lenta? ¡Increíble!”, señaló la diputada federal del estado de Paraná.
Hoffman además cuestionó la demora en traer dosis de la vacuna contra el Covid-19 del laboratorio Pfizer en comparación con su rápida gestión para confirmar que el país sería sede del torneo deportivo.
El PT es uno de los principales partidos de oposición de Brasil, y fue fundado por el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien ha criticado en varias oportunidades a Bolsonaro y su manejo de la pandemia.
La noticia se da cuando el fin de semana se realizaron masivas movilizaciones en varias ciudades de Brasil, donde los participantes exigieron que el Mandatario fuera sometido a un impeachment debido a la forma en que ha enfrentado la pandemia.
Actualmente una Comisión Parlamentaria de Investigaciones (CPI) que indaga las posibles negligencias que el Palacio de Planalto habría cometido desde que estalló la crisis sanitaria por el Covid-19, en marzo de 2020.
Brasil suma 16,5 millones de casos confirmados y 460 mil fallecidos producto de la pandemia.