Una crisis a la que se le agrega otra más: en medio de la serie de apagones que ha tenido a oscuras toda la isla la última semana, se espera que durante todo el día lunes, el huracán Oscar vaya cruzando Cuba. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, los vientos alcanzan máximos de 130 kilómetros por hora.
En tanto, el gobierno cubano lucha por restablecer la electricidad, luego de que el sistema nacional de energía colapsara dos veces en 24 horas, dando paso a los peores apagones en la isla después de años. El domingo, algunos vecindarios en La Habana, la capital de Cuba, con unos 2 millones de habitantes, ya tenían electricidad, pero la mayoría seguía en la oscuridad. Según la empresa eléctrica nacional, había logrado llevar el servicio a más de 200.000 personas en La Habana.
La red eléctrica nacional de Cuba colapsó por primera vez alrededor del mediodía del viernes, después del cierre de la central eléctrica más grande de la isla. A pesar de los esfuerzos por restaurarla, la red eléctrica volvió a colapsar el sábado por la mañana, segúninformaron los medios estatales.
En esa situación, millones de cubanos despertaron el domingo con sus hogares aún sin electricidad, en una crisis que plantea dudas sobre los esfuerzo del gobierno para devolver la energía al país. Lázaro Guerra, director de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas de Cuba, confirmó ese segundo colapso parcial en las provincias del oeste de Cuba, incluyendo entre otras partes La Habana. Además, una tercera falla en la noche del sábado marcó otro retroceso importante para el gobierno.
Aún indicando que habían “técnicos trabajando en el problema”, Guerra no dio un tiempo límite o plazo para que la electricidad esté de vuelta en la región. De todos modos, el medio estatal CubaDebate informó que la central eléctrica más grande del país, Antonio Guiteras, volvió a estar en línea el domingo y comenzaría a contribuir a la restauración del servicio en el transcurso del día.
Posteriormente, en conferencia de prensa, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, afirmó: “Podemos estar hablando que entre mañana lunes en la mañana, en la tarde, en la noche” el servicio estaría restablecido para la mayoría de los cubanos. Precisó que “el último cliente quizás puede estar recibiendo (el servicio) el próximo martes”.
El ministro explicó que las autoridades se preparan para la afectación de las líneas de transmisión en el extremo este del país por los fuertes vientos que ya afectan esa zona del país.
De hecho, el tiempo corría mientras el huracán Oscar azotaba el noreste de Cuba a primera hora del domingo, amenazando con complicar aún más la restauración de la electricidad. El estudio meteorológico de Cuba advirtió sobre “una situación extremadamente peligrosa” en el este del país. Toda la región se encontraba en gran medida sin electricidad ni comunicaciones antes de la tormenta, que provocó vientos de hasta 161 kilómetros por hora a media mañana del domingo.
Ni siquiera los hoteles destinados al turismo, una de las principales prioridades del gobierno cubano, pudieron escapar al apagón masivo. La mayoría del país quedo completamente incomunicado, y familias enteras quedaron sin poder cocinar, haciendo filas para acceder a gas licuado.
En entrevista con El País, la vecina del suroeste de La Habana, Zulema Duvergel, contó: “La luz llegó casi a las cinco de la mañana y la quitaron a las seis”. Según contó, lleva un día y medio intentando lavar la ropa sucia: “Me quedé a medio lavado y ahora las tengo que exprimir a mano”.
El estado crítico de la red eléctrica cubana se debe, en parte, a su antigüedad y falta de mantención. Después de décadas de falta de inversión, la isla depende de manera casi total de combustibles fósiles, la mayoría importados. A pesar de ser un país con sol frecuente y mucho viento, la energía solar y eólica aún no se explotan como se hace en países ricos y en desarrollo.
La central que ha traído los problemas de este viernes, la Antonio Guiteras, llevabas días pendiente de un mantenimiento en profundidad. Además, entró en funcionamiento a principios de 1988, con gran parte de sus plantas a punto de pasar su vida útil.
Según indicó la Agencia Internacional de la Energía en 2022, más del 83% de la electricidad en Cuba se genera de derivados del petróleo. Por otra parte, otro 12% lo generan centrales de gas natural, mientras que las energías renovables en Cuba solo forman un 5% de la matriz energética.
No se trata solo de falta de inversión en el sistema, sino de una elevada dependencia de los combustibles fósiles. Según indica el diario El País, esto trae una gran cantidad de problemas para la isla: “Primero, de dependencia externa: aunque la isla produce crudo, este no es suficiente para cubrir su consumo interno y tiene que recurrir a las importaciones, sobre todo procedentes de Venezuela y México. Segundo, de precios: la generación de electricidad con petróleo (y, en menor medida, con gas) es una de las más caras de cualquier sistema eléctrico moderno y obliga a quemar un recurso tan preciado como las divisas extranjeras, que escasean en la isla”.
“Tercero, de interrumpibilidad: aunque son capaces de producir electricidad las 24 horas del día, un episodio de escasez de combustible como el vivido en las últimas semanas, en las que varios barcos petroleros no han podido descargar en la isla por razones meteorológicas, pone en jaque todo su sistema eléctrico. Y cuarto, ambiental, con una huella de carbono mucho mayor que en otros países de su tamaño, con una población que ronda los 11 millones de personas”, cierra el medio español.
Con escasez de alimentos, medicinas, una inflación disparada y apagones crónicos que limitan el desarrollo de las actividades productivas, Cuba enfrenta su peor crisis económica en tres décadas.
Los apagones fueron uno de los detonantes de las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021.