A poco más de cuatro meses de haber asumido el cargo, el Presidente peruano, Pedro Castillo, ya se encuentra realizando estrategias para poder salvar su mandato, ante los llamados de una moción de vacancia. Es por eso que ayer convocó a los líderes de los partidos que tienen representación en el Congreso con el objetivo de conseguir respaldo para que no haya suficientes votos en el Legislativo que activen un eventual proceso de su destitución.
El cónclave de Castillo ocurre antes de que el pleno del Congreso debata hoy la admisión de la moción de vacancia alegando “incapacidad moral”. La moción fue presentada por Avanza País, Fuerza Popular y Renovación Popular. Los líderes de estos dos últimos partidos -Keiko Fujimori y Rafael López Aliaga, respectivamente- anunciaron que no iban a participar del encuentro con el mandatario.
El ministro de Salud, Hernando Cevallos, se pronunció por la inasistencia de López Aliaga y Fujimori a la reunión convocada por Castillo. En TV Perú, el funcionario consideró que la negativa al diálogo “es una intención de obstruir”.
La solicitud requiere de 52 votos, de los 130 legisladores, para que pase a la siguiente etapa y la destitución de un presidente requiere de 87 votos. El partido oficialista Perú Libre, que cuenta con 37 escaños, anunció que votará en contra. “Perú Libre reconoce tener discrepancias serias con el gobierno ‘caviar’ de Pedro Castillo, pero eso no justifica ser partícipe de un golpe de Estado a la democracia, aun cuando esta tenga sus cuestionables defectos”, dijo el grupo político en un comunicado emitido tras una reunión.
La relación entre Perú Libre y Castillo se enfrío en octubre, cuando la agrupación política dijo que el gobierno había virado al “centroderechismo” luego de incorporar en el gabinete a izquierdistas moderados. En el comunicado del partido, firmado por su líder, Vladimir Cerrón, la colectividad señaló que la eventual destitución de Castillo “es promovida por los sectores fascistas del país, caracterizados por sus sesgos militaristas, nacionalistas, religiosos y totalitarios”.
Por la otra vereda se encuentran Fuerza Popular, con 24 congresistas; Avanza País, con 10; y Renovación Popular, con nueve. Según el diario La República, ellos han logrado sumar el respaldo de algunos integrantes de Acción Popular y Alianza para el Progreso (APP), que son la tercera y cuarta fuerzas en el Parlamento, respectivamente. De los 15 acciopopulistas, dos apoyarían la admisión de la moción, y de los 15 apepistas, cuatro la respaldarían, por lo que necesitarían dos votos para que se admita la solicitud.
Sin embargo, luego el líder de Alianza para el Progreso, César Acuña, anunció que la bancada acordó que votará contra la admisión de la moción de vacancia. “Somos un partido que vamos a combatir la corrupción. Hoy hemos acordado que la bancada hará una moción donde se pide una comisión investigadora para que se vea la casa de Breña”, señaló en alusión al inmueble ubicado en ese distrito limeño donde Castillo sostenía encuentros extraoficiales con funcionarios públicos.
Acuña se pronunció también por la negativa de los líderes de Fuerza Popular y Renovación Popular a la ronda de diálogo que convocó el mandatario en Palacio de Gobierno. “Hoy más que nunca los líderes debemos juntarnos, debemos unirnos. Ya no más polarización. Creo que la señora Keiko debería asistir a Palacio y conversar con el presidente y el señor López Aliaga también debería ir. Eso se llama hacer política. Conversar no es pactar. Es la única manera de sacar adelante al país”, dijo.
Patricia Li, líder de Somos Perú, que tiene seis legisladores, se reunió con Castillo el viernes. Sin embargo, en la colectividad hay tres congresistas que aún tienden a apoyar la moción de vacancia presidencial, dice el periódico limeño.
Castillo se iba a reunir ayer con Roberto Sánchez, líder de Juntos por el Perú, que es aliado del gobierno. En esa bancada, se cuentan cinco votos contra la moción de vacancia, incluyendo a Sánchez.
Podemos Perú, que tiene cinco congresistas, apoyaría la moción, aunque no esté de acuerdo con sus argumentos. “Habría que ver la forma si constitucionalmente es posible de aumentar. En la moción de vacancia no figuran las reuniones en Breña”, dijo a La República Enrique Wong, segundo vicepresidente del Congreso y legislador de Podemos Perú.
La iniciativa de expulsar a Castillo ocurre en momentos en que fiscales han iniciado investigaciones de presuntos casos de corrupción en el entorno del gobierno; además de conflictos que afectan al principal sector económico del país, la minería.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Aníbal Torres, señaló que Castillo decidirá si “contesta o no” cualquier duda extra al pliego de motivos para la moción de vacancia presidencial, refiriéndose a las visitas que recibía el presidente en una casa en Breña. “El presidente será citado al Congreso, si es que se aprueba la moción, para contestar las preguntas que están citadas en las causas de la vacancia. Esas, no otras”, señaló el ministro al programa La Rotativa del Aire de la radio RPP.
“Si va él o si va su abogado, será potestad de él. Si hay nuevos hechos, el presidente verá si contesta o no contesta o si procede de acuerdo a ley”, añadió.
Si Castillo fuera destituido, debería asumir la vicepresidenta Dina Boluarte, quien posiblemente enfrentaría un destino similar. En este caso, el sillón presidencial lo ocuparía la jefa del Congreso, la derechista María del Carmen Alva, quien debería convocar a elecciones en seis meses.
El nivel de desaprobación del mandatario bordea el 57% y el del Congreso, el 75%. Según un sondeo del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), publicado a fines de noviembre, la aprobación de Castillo cayó a un 25%, desde un 35% en octubre. Y un 62% cree que el presidente no terminará los cinco años de su mandato, mientras que un 31% dijo que sí.