El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se refirió a la decisión de la militancia de Junts de salir del gobierno catalán, y abogó por la “estabilidad” en el Ejecutivo autonómico dados los momentos tan complejos actuales, y afirmó que siempre tendrá la mano tendida para el reencuentro de la sociedad catalana. No obstante, dejó en manos del líder del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), Salvador Illa, si apoya a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para dar esa estabilidad.
Sánchez, que compareció en Praga tras la celebración de la primera cumbre de la Comunidad Política Europea, señaló que casi no le había dado tiempo a conocer la noticia por esta circunstancia. Pero sí quiso precisar que “en estos momentos tan complejos que está atravesando el conjunto de la sociedad catalana, europea, siendo testigos de una guerra en las puertas de Europa con los efectos que tiene el costo de la energía, el valor de la estabilidad es fundamental”.
En este sentido, Sánchez insistió en lo importante que es la estabilidad de los gobiernos en todas las instituciones, por lo que dejó claro que aboga por ella, por la estabilidad del Govern. “Como presidente del gobierno, sea cual sea la circunstancia, vamos a tener siempre tendida la mano por el reencuentro de la sociedad catalana”.
Sin embargo, al ser consultado si Salvador Illa va a dar estabilidad al Ejecutivo catalán evitó responder, argumentando que esa pregunta hay que hacérsela al primer secretario del PSC. “Yo no soy la persona”, señaló.
La militancia de Junts decidió romper la coalición con ERC y que el partido salga del Govern de Pere Aragonès (de ERC) con el 55,73% de los votos de la consulta que se celebró entre el jueves y este viernes.
En un comunicado, la formación anunció que el “No” a seguir en el Govern obtuvo el 55,73% y el “Sí” alcanzó un 42,39% de apoyos, mientras que hubo un 1,88% de votos en blanco, en una votación en la que participó el 79,18% de los 6.465 militantes con derecho a voto.
Con la salida de Junts del Ejecutivo, se rompe la coalición que ha liderado Cataluña desde 2016 y ERC gobernará en solitario, ya que en los últimos días los republicanos dejaron claro que no convocarán elecciones.
De esta manera, será el primer Govern en solitario en Cataluña desde el de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) encabezado por Artur Mas en 2015 cuando salió Unión Democrática de Cataluña (UDC) del Ejecutivo, y será el que tendrá menos apoyos parlamentarios de la historia del Parlament, ya que los republicanos tienen 33 diputados en la Cámara catalana.
Esto obligará a Aragonès a buscar el respaldo de otras formaciones, incluidas el PSC y los “comuns”, para sacar adelante sus proyectos y el primer reto que tendrá el Govern republicano será el de tratar de aprobar los Presupuestos de la Generalitat de 2023.