El primer ministro japonés Fumio Kishida señaló este viernes que los ejercicios militares de China en las inmediaciones de Taiwán representan un “grave problema” que amenaza la paz y la seguridad de la región después de que cinco misiles balísticos chinos cayeron en la zona económica exclusiva de Japón.

Durante su desayuno con la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, y su delegación legislativa, Kishida dijo que se necesita “frenar de inmediato” el lanzamiento de misiles.

China, que se atribuye Taiwán y ha amenazado con anexarse el territorio a la fuerza de ser necesario, calificó de provocación la visita de Pelosi a la isla esta semana, y el jueves comenzó maniobras militares, incluyendo entrenamiento de ataques con misiles, en seis zonas aledañas a Taiwán, en lo que podría ser el mayor agravamiento en las tensiones desde mediados de la década de 1990.

Pelosi señaló el miércoles en Taipei que el compromiso estadounidense con la democracia de Taiwán y otros lugares “sigue siendo inquebrantable”. Se convirtió en la primera presidenta de la cámara baja en visitar la isla en los últimos 25 años.

El ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, dijo que cinco misiles cayeron el jueves en la zona económica exclusiva cerca de Hateruma, una isla en el extremo sur de Japón. Aseguró que su país presentó sus protestas a China, señalando que los misiles son “amenazas graves a la seguridad nacional de Japón y la seguridad del pueblo japonés, las cuales condenamos en los términos más enérgicos”.

En una cumbre regional en Camboya, el ministro del Exterior de Japón, Yoshimasa Hayashi, dijo que las acciones de Beijing “afectan severamente la paz y la estabilidad en la región y en la comunidad internacional, y exigimos la suspensión inmediata de las maniobras militares”.

En los últimos años, Japón ha reforzado su capacidad de defensa y la presencia de soldados en el suroeste del país y en islas remotas como Okinawa, la cual se ubica unos 700 kilómetros al noreste de Taiwán. Muchos residentes han expresado sus preocupaciones de que la isla se encuentre rápidamente involucrada en cualquier asunto concerniente a Taiwán. Okinawa alberga a la mayoría de los cerca de 50.000 soldados estadounidenses apostados en Japón dentro de un pacto bilateral de seguridad.