"Quiero que sepan que estos fueron los peores cinco meses de mi vida después de mi secuestro, pero ni por un minuto dejé de hacer lo que estuvo a mi alcance para enfrentar con ustedes lo que estamos viviendo". Con esas palabras el Presidente Mauricio Macri comparó la mayor crisis que ha enfrentado su gobierno, con el incidente de 1991 a manos de la "Banda de Los Comisarios", en un esperado mensaje al país en el que anunció una serie de medidas de austeridad para intentar frenar la creciente tormenta económica y política que amenaza a la Casa Rosada.

En un discurso grabado de 25 minutos y que fue transmitido casi en paralelo con la apertura del mercado, el mandatario habló por primera vez de "crisis" y advirtió que Argentina está "en emergencia".

Sin entrar en detalles, Macri adelantó la reducción del gabinete (de 22 a 11 ministerios) y el restablecimiento de las retenciones a las exportaciones, un impuesto que él mismo calificó como "malísimo" y que contradice la política económica tradicional de Cambiemos. Además, insistiendo en que esta no es una crisis más y que debe ser "la última", el Presidente reiteró que el país debe enfrentar "un problema de base, que es no gastar más" de lo que se tiene.

Junto a los anuncios, el jefe de Estado aprovechó en varias oportunidades de referirse al escándalo de "los cuadernos de las coimas", y a le pesada herencia del kirchnerismo. "Sin dudas constituye un antes y un después para terminar con la corrupción. Pero en el corto plazo afecta la imagen del país", dijo.

Sin embargo, para el politólogo transandino, Julio Burdman, el problema "es que no se tocó el tema sensible que es el dólar y la situación de la deuda". Pero además, en Argentina se debate si las medidas de Macri serán suficientes para capear el temporal en el corto plazo o bien le alcanzarán para un nuevo impulso de cara a las elecciones de fines de 2019.

Es precisamente en esos comicios donde el macrismo tiene puestas sus fichas a largo plazo, ya que el Presidente se juega su reelección. No obstante, los analistas advierten que si no mejora la economía, pueden estallar movilizaciones sociales que podrían ayudar a levantar cabeza a la líder de la oposición: Cristina Fernández.

"Nueva economía"

Tras el discurso de Macri fue el turno del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien presentó las medidas con las que Macri busca terminar con la brecha fiscal y llevar a una drástica reducción del déficit, desde el 1,3% del PIB previsto para 2019 a cero.

"Quiero hablarle a los argentinos, a los que nos están mirando preocupados, con angustia. No solo a los mercados. Quiero decirle que estén tranquilos (...) y que vamos a salir fortalecidos dijo el jefe del equipo económico de la Casa Rosada.

Dujovne anunció que cerca de 1,3% de los 2,6% puntos del PIB de mejora fiscal, serán a partir de la aplicación de nuevas retenciones al campo, a la industria y los servicios. Se aplicará un impuesto de 4 pesos por dólar a la producción primaria y de 3 pesos por dólar al resto de los bienes. Además, el gobierno espera sumar recursos por renta de la propiedad y mayores ingresos de capital. Junto a eso, se acordó una reducción de las inversiones públicas, de 0,7 puntos del PIB, con un ahorro real del 50% en ese ámbito.

Entre otras cosas, con el traspaso del gasto a las provincias-que a partir de ahora se harán cargo de la tarifa eléctrica y de las bonificaciones al transporte- se aplicará un recorte en subsidios que representa el 0,5% del PIB. En cuanto a los salarios estatales, también se espera recortar el 0,2% del PIB. "No se puede hacer estimación de a cuánto va a estar el dólar", reconoció Dujovne.

Con todo, para el periodista de La Nación acreditado en la Casa Rosada, Jaime Rosemberg, "el gobierno intenta despejar los fantasmas con estos anuncios", según dijo a La Tercera. Y agregó que todo será "un proceso paulatino de recuperación de la confianza. (Pero el gobierno) está hoy muy lejos de la posibilidad que se veía hasta hace unos meses de una reelección".