Decenas de dueños de las flamantes pequeñas y medianas empresas privadas y emprendedores cubanos le escribieron una carta al presidente estadounidense Joe Biden para que levante las sanciones a la isla asegurándole que dañan a sus negocios.

La misiva contó además con el impulso de media docena organizaciones de académicos y activistas que desde Estados Unidos fomentan una normalización binacional.

“Soñamos con el regreso a aquellos días, cuando el acercamiento era la política oficial de Estados Unidos, produciendo un auge económico que nos benefició a todos. Le pedimos que nos escuche a nosotros, emprendedores y empresarios privados cubanos que vivimos en Cuba, y no a una pequeña comunidad de cubanoamericanos que no hablan por nuestras necesidades”, expresó en la carta al mandatario.

La Habana y Washington tuvieron un histórico acercamiento en 2014 cuando los entonces gobernantes Raúl Castro y Barack Obama -cuyo vicepresidente era Biden- relanzaron las relaciones, se abrieron embajadas y en pocos meses el turismo floreció, se desarrollaron proyectos científicos y hubo cooperación en todos los niveles.

Pero Obama no logró que el Congreso levantara las leyes del embargo, por lo que su flexibilización fue rápidamente revertida por su sucesor Donald Trump, quien endureció las sanciones volviendo a la política de presión para cambiar el modelo político de la isla.

“A través de nuestros negocios estamos trabajando para construir un bienestar económico para nuestras familias, de manera que los cubanos emprendedores no sientan la necesidad de emigrar para tener un trabajo gratificante”, expresó la misiva. “La política actual de Estados Unidos hacia Cuba afecta en gran medida nuestras operaciones comerciales diarias y frena nuestra capacidad de prosperar”.

Luego de cinco décadas Cuba autorizó en septiembre la legalización de las pequeñas y medianas empresas (pymes), un paso importante para la nación caribeña donde la iniciativa privada fue estigmatizada por años y la producción y el empleo estaban bajo control estatal. Funcionarios de Estados Unidos de diferentes administraciones dijeron que el desarrollo de iniciativas privadas era básico para una mejora en el nexo bilateral.

El Ministerio de Economía y Planificación indicó que a la fecha se han autorizado 406 pymes -397 privadas y nueve estatales- junto a 10 cooperativas que en conjunto estarían generando unos 6.000 empleos. También se mantuvieron las licencias para el trabajo independiente o por cuenta propia, sobre todo en oficios.

“Hay un estado de opinión en la población norteamericana donde realmente se piensan que el bloqueo afecta exclusivamente al gobierno de Cuba”, dijo Carlos Miguel Pérez, dueño de una pyme dedicada al desarrollo de software. “La realidad es distinta”.

La carta enviada a Biden contó con la firma en representación de 247 empresas privadas, cooperativas -algunas a su vez con varios socios o miembros- y emprendedores de sectores tan variados como alojamientos, restaurantes, salones de belleza, talleres de reparación o estudios de diseño.

Los nuevos empresarios cubanos enfrentan desafíos como limitaciones para importar y exportar sin intervención estatal o restricciones para que los cubanos residentes en el extranjero instalen sus negocios en la isla. Muchos, además, sufren las sanciones impuestas por Washington como la baja en el mercado del turismo o dificultades para conseguir materias primas.

Cuba atraviesa la peor crisis de las últimas décadas con desabastecimiento e inflación, agravada por la pandemia de Covid-19 y las sanciones estadounidenses. El Producto Interno Bruto cayó 11% en 2020.

Biden prometió en su campaña electoral cambios en la dura política de Trump hacia la isla, pero no hizo ninguno. Funcionarios estadounidenses dijeron recientemente que a partir de una serie de manifestaciones opositoras reprimidas por el gobierno isleño en julio su posición había cambiado e incluso estaba dispuesto a imponer más sanciones.