El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, se reunió este miércoles en Ankara con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan para abordar la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, mientras nuevas revelaciones acusan a Arabia Saudita de haber ordenado su asesinato.

Procedente de Riad, Pompeo llegó esta mañana a la capital turca, donde se entrevistó con Erdogan. Luego estaba previsto que se reúna con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu.

La llegada a Ankara de Pompeo coincide con la publicación en la prensa progubernamental turca de nuevas acusaciones contra Riad, según las cuales agentes sauditas torturaron y asesinaron al periodista en el consulado de su país en Estambul el 2 de octubre.

El diario Yeni Safak afirma haber tenido acceso a grabaciones sonoras y sostiene que Khashoggi fue torturado durante un interrogatorio y que los agentes sauditas le cortaron los dedos, antes de "decapitarlo".

Pese a los múltiples indicios que implican a Arabia Saudita en el caso, Washington parece acordarle el beneficio de la duda a su aliado, insistiendo en la voluntad de Riad de llevar a cabo su propia investigación.

Al día siguiente de la desaparición de Khashoggi, colaborador del Washington Post y crítico con el príncipe heredero saudita Mohamed Bin Salmán, responsables turcos afirmaron que fue asesinado por un equipo de 15 agentes enviados por Riad.

Miembros del entorno del príncipe

Uno de los hombres identificados por las autoridades turcas como miembro enviado a Estambul forma parte del entorno de Bin Salmán, afirmó el martes el New York Times.

Según el diario, que publica varias fotos, Maher Abdulaziz Mutreb acompañó al príncipe en sus viajes a Estados Unidos en marzo de 2018, así como a Madrid y París en abril de 2018.

El New York Times menciona a otros tres sospechosos vinculados, por testigos u otras fuentes, a los servicios de seguridad del príncipe.

Un quinto hombre, un forense identificado como Salah Al Tubaigy, ocupó puestos de alta responsabilidad en el ministerio saudita de Interior y en el sector médico, prosigue el periódico, señalando que "una personalidad de este nivel solo puede estar dirigido por una autoridad saudita de alto rango".

El rotativo afirma haber confirmado que "al menos nueve de los 15 (sospechosos) trabajaron para los servicios sauditas de seguridad, el ejército u otros ministerios".

El Washington Post estima por su parte que 11 de los 15 sospechosos mencionados por las autoridades turcas están vinculados con los servicios de seguridad sauditas.

Para el New York Times, el hecho de que los sospechosos estén relacionados con el gobierno y varios de ellos con el príncipe heredero "podría hacer mucho más difícil absolverlo de cualquier responsabilidad" en la desaparición del periodista.

"Una explicación completa y definitiva"

Medios estadounidenses afirmaron el lunes que Arabia Saudita sopesaba reconocer la muerte del periodista durante un interrogatorio en el consulado.

Según CNN, Riad preparaba una informe que afirmaba que la operación fue llevada a cabo "sin autorización ni transparencia" y que "las personas implicadas serían consideradas responsables".

A pesar de todas estas acusaciones contra Riad, Washington apoya a Arabia Saudita en su plan de efectuar su propia investigación e insiste en las negaciones del rey Salmán y su príncipe heredero.

El martes, en una entrevista acordada a la agencia de prensa estadounidense AP, Donald Trump reclamó que se aplique el principio de presunción de inocencia para Arabia Saudita.

Tras reunirse con el rey Salmán y, luego, con el príncipe heredero, Pompeo afirmó el martes que las pesquisas de Riad no excluirán a nadie.

"Considero al concluir los encuentros que hay un compromiso serio para determinar todos los hechos y rendir cuentas, inclusive establecer la responsabilidad de dirigentes y altos responsables de Arabia Saudita", declaró Pompeo.

El príncipe "se comprometió a que el trabajo del fiscal aporte a todo el mundo una explicación completa y definitiva, en total transparencia", añadió el secretario de Estado.