La líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, podría ser liberada en las próximas horas, si es que el Tribunal Constitucional (TC) publica la jornada de este jueves la resolución que permitirá la excarcelación de la hija del dictador Alberto Fujimori (1990-2000).
Según consignó el diario peruano El Comercio, la líder opositora podría dejar el Penal de Mujeres de Chorrillos este mismo jueves, y con ello, podría continuar siendo investigada por presunto lavado de activos en el marco del caso Odebrecht en libertad.
El día martes, el TC aprobó un recurso de hábeus corpus a su favor, pero todavía es necesario que el documento con las firmas de los miembros de la instancia sean presentado y, tras ello, se entregará la resolución a la sala del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional que tomó la decisión de dejarla en prisión preventiva por 36 meses. Luego, se debe oficiar al juez Richard Concepción Carvacho, quien debe anular la decisión del pasado 31 de octubre de 2018.
El recurso fue presentado por su hermana Sachi Fujimori, y obtuvo el respaldo de cuatro jueces y tres se opusieron, lo que permitiría que Keiko recuperé su libertad tras pasar 13 meses encarcelada.
Mientras crecen las expectativas por su liberación algunos seguidores de Keiko han organizado manifestaciones a su favor en Lima, mientras que sus opositores también planean tomarse con calles para manifestarse en contra.
El futuro político de la líder de la oposición
"Si bien el Tribunal Constitucional la ha puesto en libertad hoy por tema estrictamente procesal, no la absuelto de ninguno de los cargos" y tampoco desechó las nuevas imputaciones que le ha hecho el Ministerio Público, por lo que podría volver a prisión, dijo el analista Iván García Mayer en entrevista con agencia AP.
Otros retos en el horizonte de Keiko son la reconstrucción de su partido y su carrera política, erosionada por los escándalos. La tarea será cuesta arriba si se tiene en cuenta que en sus mejores tiempos no pudo alcanzar el triunfo electoral en sus intentos por convertirse en presidenta de Perú.
Como líder del partido Fuerza Popular logró minar el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski azuzando la destitución del ahora encarcelado exmandatario por mentir sobre sus nexos con la constructora brasileña Odebrecht por casi dos décadas. Pero paradójicamente terminó implicada en la trama de corrupción de la compañía brasileña al revelarse que recibió fondos de la empresa años antes de que quedara al descubierto el caso.
En 2016 Odebrecht reconoció en un acuerdo con el Departamento de Justicia en Washington que pagó unos 800 millones de dólares en sobornos a funcionarios de toda Latinoamérica, entre ellos 29 millones de dólares a políticos de Perú.
La fiscalía acusa a Keiko de lavar 1,2 millón de dólares aportados por Odebrecht para sus campañas presidenciales de 2011 y 2016.
Las revelaciones de otros empresarios sobre aportes millonarios ilegales a sus campañas, y su intento por ocultarlo, también han impactado negativamente la credibilidad de la legisladora.