Decenas de organizaciones de la sociedad civil y familiares de víctimas de violencia policial en Estados Unidos pidieron el lunes a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, crear una comisión independiente para investigar presuntos abusos de uniformados contra afroestadounidenses.
Human Rights Watch, Amnistía Internacional, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), entre 270 ONGs de todo el mundo, así como 171 familiares hicieron la solicitud. En junio, la Alta Comisionada para los DD.HH. de la ONU debe presentar un informe sobre “racismo sistémico” y violencia policial.
Los firmantes de la carta solicitaron que este informe, que no concierne explícitamente a Estados Unidos, incluya “recomendaciones específicas” para instalar una comisión investigadora internacional sobre el uso de la fuerza por parte de la policía estadounidense, en particular contra la comunidad negra.
Este tipo de comisión es una estructura de alto nivel generalmente reservada para grandes crisis, como por ejemplo el conflicto sirio.
“Creemos que un sólido mecanismo internacional de rendición de cuentas fortalecería y complementaría, no socavaría, los esfuerzos” del gobierno estadounidense de Joe Biden para “abordar las desigualdades raciales”, señalaron los firmantes.
Según la misiva, “la policía de Estados Unidos mata a casi mil personas por año” y se dirige “directa y desproporcionadamente contra las personas de color”.
También pidieron a la expresidente chilena que recomiende a los Estados miembros que adopten planes nacionales contra el racismo y establezcan mecanismos de reparación para los descendientes de esclavos.
El Consejo de Derechos Humanos, un organismo de la ONU con sede en Ginebra, se reunió con urgencia tras la muerte, el 25 de mayo de 2020, del afroestadounidense George Floyd durante su arresto por policías blancos, un hecho que provocó masivas protestas contra el racismo en todo el mundo.
Entonces, los estados africanos presentaron una resolución pidiendo el establecimiento de una comisión investigadora internacional para arrojar luz sobre el “racismo sistémico” en Estados Unidos.
Pero, bajo la “enorme presión diplomática” del gobierno estadounidense de Donald Trump y sus aliados, el texto se diluyó y terminó pidiéndole a Bachelet un informe sin apuntar específicamente contra Estados Unidos, recordaron los firmantes de la misiva.
“Consideramos que el papel del Consejo en este asunto no debe terminar con la presentación de este informe final”, indicaron las organizaciones, que también escribieron a los países miembros africanos para pedirles que “sigan apoyando” sus demandas.