Aunque el Partido de los Trabajadores (PT) ha insistido en que mantendrá la candidatura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, pese al desfavorable fallo del Supremo Tribunal Federal de Brasil dado a conocer el miércoles, ya se comienzan a asomar las opciones del "plan B".

Quien corre con más opciones es el exalcalde de Sao Paulo (2013-2016), Fernando Haddad, puesto que ha acompañado a Lula en casi todas sus últimas apariciones públicas. De hecho el "proyecto Haddad" por parte del PT comenzó hace un par de meses, con la estrategia de hacerlo aparecer constantemente al lado del expresidente, y así comenzar a cimentar su popularidad y su figura como futuro candidato.

De origen libanés, Haddad tiene 55 años, es abogado de la Universidad de Sao Paulo y tiene un magister en Economía y un doctorado en Filosofía en la misma universidad en donde hoy dicta clases de Ciencia Política.

Su carrera política se remonta a 2001, cuando asumió como jefe de gabinete de la Secretaría de Finanzas y Desarrollo Económico del municipio de Sao Paulo. Su objetivo era encargarse del desequilibrio fiscal provocado por las deudas heredadas de la gestión anterior.

En 2005 fue nombrado por Lula como ministro de Educación, cargo que volvió a ocupar en el gobierno de Dilma Rousseff, entre 2011 y 2012.

Eso sí, su gestión más importante tuvo lugar en la alcaldía del municipio de Sao Paulo, entre 2012 y 2016. Durante su administración se enfocó que impulsar iniciativas para desestimular el uso de automóviles. En 2015, The New York Times lo describió como el líder de un movimiento que desafiaba la supremacía del automóvil. En 2016, quiso ser reelegido, sin embargo, perdió contra un "novato en política", en primera vuelta. Una encuesta de Datafolha de febrero de 2015, mostró que el 44% de los entrevistados consideraban la administración de Haddad como alcalde de mala a pésima, el 33% la consideran regular y el 20% óptimo y bueno.