Planes de deportaciones masivas y detenciones: cómo van las acciones en materia migratoria del gobierno de Trump

El lunes 20 de enero asumió por segunda vez la presidencia de los Estados Unidos Donald Trump. En los tan solo seis días que lleva a la cabeza ha comandado una serie de medidas en materia de política migratoria, de tal forma de llevar casi a la mínima expresión el ingreso de personas no estadounidenses.

La campaña del presidente republicano tuvo un marcado tono contra la inmigración, medidas que comenzó a cumplir rápidamente con una serie de acciones ejecutivas.

Una de las primeras determinadas por el presidente de Estados Unidos fue el declarar “emergencia fronteriza nacional”. De esta manera, podrá asegurar con ayuda del Ejército estadounidense y el Departamento de Seguridad Nacional el control de la frontera sur.

Con ello, desde el martes más de 1.500 miembros del Ejército se unieron en labores de control fronterizo, los que podrían ir en aumento según el anuncio del mandatario.

Así, la nación busca asegurar el cierre de la frontera. La medida también involucró la deshabilitar de la aplicación CBP One, la que permitía a los migrantes solicitar la entrada legal a los Estados Unidos y coordinar citas en la frontera para presentar información por adelantado.

Así, miles de migrantes quedaron a la deriva sin tener claridad respecto a su futuro cercano.

Otra de las medidas vinculadas a la inmigración tomadas por el gobierno de Trump se vinculan a la ampliación de las llamadas “deportaciones express”.

Este proceso permite a funcionarios de inmigración expulsar sin una audiencia ante un juez de inmigración a ciertos extranjeros. Si esta acción es ejecutada, la persona no podrá regresar al país en un período de al menos cinco años.

La medida permitía deportar aquellos inmigrantes no autorizados que fueran detenidos a menos de 100 millas de alguna frontera internacional, que además llevaran menos de dos semanas al interior del país.

Sin embargo, el martes el Departamento de Seguridad Nacional extendió esta capacidad a todo el territorio estadounidense.

Con este cambio, ahora las deportaciones express se podrían aplicar en cualquier estado del país sobre aquellos que no puedan demostrar un tiempo de residencia en el país mayor a dos años.

Con este cambio ya aplicado, durante el viernes la Casa Blanca anunció la detención de 538 inmigrantes ilegales.

Según detallaron, entre los detenidos se encuentra “una persona sospechosa ligada al terrorismo”, “cuatro miembros de la banda criminal Tren de Aragua”, y numerosos “condenados por crímenes sexuales contra menores”, según detalló en X Karoline Leavitt, secretaria de prensa del presidente estadounidense.

Mientras tanto, el viernes se conoció que México habría rechazado recibir un avión militar estadounidense con deportados.

La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana no entregó mayores detalles de la decisión tomada, aunque la determinación se enmarca en un aumento de las tensiones entre ambas naciones tras las medidas de Trump.

La presidenta de ese país, Claudia Sheinbaum, señaló respecto a las decisiones del gobierno americano en materia migratoria que ellos responderán de manera “humanitaria” a las necesidades de los migrantes que se agolpen en la frontera y facilitará las repatriaciones a los países de origen, si bien ha querido insistir en que el flujo migratorio se ha reducido en los últimos meses.