El lunes, durante su visita al Batallón de Operaciones Especiales (Bope) de la Policía Militar, en la zona sur de Río de Janeiro, Jair Bolsonaro no solo aseguró que los "capitanes mandarán en Brasil". El candidato presidencial ultraderechista también prometió que, en caso de llegar al Palacio de Planalto, prevé retomar un polémico proyecto de seguridad que ya presentó el año pasado en la Cámara de Diputados: dar inmunidad a los policías militares que maten en servicio.
El candidato presidencial del Partido Social Liberal (PSL) y Eduardo Bolsonaro, su hijo que también es diputado federal, presentaron tres propuestas que tratan el tema. La última, en 2017, prevé cambios en la legislación para que se aplique de forma automática el principio de la legítima defensa a los policías militares que maten en servicio, sin que haya investigación de lo ocurrido. Según el proyecto, "será inmediatamente aplicada la excluyente de ilicitud prevista en los casos de legítima defensa", aun cuando las víctimas sean "terceros".
La justificación de Bolsonaro es que los policías no pueden ser procesados por la lucha contra la criminalidad. Y así se los hizo saber durante su visita a la sede del Bope. "Esto existe en la legislación estadounidense. Después del cumplimiento de una misión, ustedes tienen que ser condecorados, no procesados", arengó el lunes, según consigna el diario carioca O Globo.
Con una fortalecida bancada, que pasó de ocho a 52 diputados, el PSL busca que la propuesta tenga prioridad en los 100 primeros días de un eventual gobierno de Bolsonaro. La evaluación del partido es que el tema fue fundamental en la campaña, ayudó a elegir a diputados y será decisivo para consolidar el apoyo popular.
En el trámite legislativo, al menos, la situación para el proyecto se ve favorable. De los 513 asientos en la Cámara de los Diputados, 301 estarán en manos de parlamentarios de derecha a partir del 1 de enero de 2019, 63 a más que en la última elección. Se trata, según el diario español El País, del Congreso más conservador desde el fin de la dictadura.
En noviembre pasado, el plenario de la Cámara aprobó la urgencia para la tramitación de la propuesta de Bolsonaro, lo que significa que el proyecto puede ser puesto en pauta para análisis directamente por los diputados en el plenario, sin pasar por las comisiones. Basta que el presidente de la Cámara lo agende. La aprobación depende de una mayoría simple: si 300 diputados están presentes y 151 votan a favor, el cambio en la ley es aprobado en la Cámara, dependiendo luego del Senado, señala O Globo.
Pero el propio periódico pronostica que el proyecto tendrá su primer choque con la Procuraduría General de la República. "Cualquiera puede decir que es legítima defensa, pero para comprobar hay que investigar", advirtió la subprocuradora general de la República Luiza Frischeisen. "La gente está en contra. La excluyente de ilicitud ya existe, pero depende de la prueba (...). Lo contrario de eso genera desconfianza y resta apoyo en las comunidades donde policías actúan", agregó.
Al margen de los cuestionamientos, Bolsonaro parece decidido a seguir colocando el tema de la seguridad pública entre sus prioridades. En su propaganda radial de este miércoles, el candidato del PSL se mostró a favor de "radicalizar" su postura. "Usted tiene que jugar pesado en la cuestión de la seguridad pública. No podemos más, usted padre, usted madre, estar preocupados de si su hijo va a volver a casa. Necesitamos radicalizar en esta cuestión", destacó.
A juicio del candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, el proyecto de seguridad de su rival va a provocar "más violencia" y representa el "sálvese quien pueda", según dijo en su propaganda radial.