La policía británica continúa la investigación del envenenamiento de Dawn Sturguess y Charlie Rowley, quienes fueron intoxicados por el agente nervioso Novichock, el mismo que fue utilizado contra el ex espía ruso, Sergueí Skripla y su hija Yulia a principio de marzo en Salisbury.
Si bien ayer, los agentes de seguridad encontraron una botella donde estaba la sustancia tóxica dentro de la casa de la pareja en Amesbury, las autoridades han preferido continuar con la investigación para evitar nuevos casos.
Investigación que significó la incautación de cerca de 400 objetos potencialmente contaminados. Los cuales fueron llevados Laboratorio de la Defensa de la Ciencia y la Tecnología para ser analizados y descartar cualquier riesgo para la población.
"No solamente estamos tratando de resolver un crimen extremadamente serio que se ha cometido, sino que además estamos trabajando en identificar los potenciales riesgos para el público", declaró a The Guardian el agente antiterrorismo Neil Basu.
Sturguess falleció hace seis días, luego de ser internada en el hospital de Salisbury, mientras que Rowley la recuperó la conciencia y dio su testimonio a las autoridades.