La Policía Federal concluyó que el expresidente Jair Bolsonaro “planificó, actuó y tuvo control directo y efectivo” de los actos realizados por una organización criminal que buscaba dar un golpe de Estado en Brasil. Según el PF, este golpe no se llevó a cabo “debido a circunstancias ajenas a su control”. El expresidente, considera la investigación, “tenía plena conciencia y participación activa en la práctica de actos clandestinos.
“Las pruebas obtenidas a lo largo de la investigación demuestran de manera inequívoca que el entonces Presidente de la República, Jair Messias Bolsonaro, planeó, actuó y tuvo control directo y efectivo sobre los actos ejecutorios llevados a cabo por la organización criminal que pretendía lograr un Golpe de Estado y la Abolición del Estado Democrático de Derecho, evento que no se consumó por circunstancias ajenas a su voluntad”, indica textualmente la conclusión final de la investigación, que se publicó este mismo martes.
Ya la semana pasada, la policía federal presentó una acusación formal ante la Corte Suprema,diciendo que Bolsonaro planeó un golpe de Estado para revocar las elecciones de 2022. Esto, en el periodo entre su derrota, en octubre de 2022, y la asunción del actual presidente Lula da Silva el 1 de enero de 2023. El momento más crítico de este plan se habría dado el 8 de enero, cuando una masa de manifestantes bolsonaristas irrumpió en la Plaza de los Tres Poderes, en Brasilia, ingresando al Congreso y al Palacio presidencial.
Además de Bolsonaro, están acusados decenas de exministros y asesores, pero hasta el momento no se había publicado el informe completo que respaldaba sus argumentos. Además del ataque a Brasilia, se están revelando detalles de un plan para mata a Lula da Silva. En la investigación se da cuenta de que muchos de los participantes de los desmanes Brasilia querían crear caos para justificar un golpe militar, que consideraban inminente.
A principios de esta semana, la policía detuvo a cinco conspiradores sospechosos, que habrían planeado el asesinato de Lula antes de que asumiera el cargo. Los investigadores encontraron evidencia suficiente para afirmar que Bolsonaro estaba al tanto de ese supuesto plan, dijo una fuente policial.
Bolsonaro tiene más de un problema con la justicia, pero este juicio es el más serio, ya que podría conducir a la imputación del expresidente. El informe de la policía ya fue enviado al Tribunal Supremo Federal, y ahora la Procuraduría tendrá que evaluar las pruebas y decidir si formaliza una denuncia contra un acusado o todos, considerando que son 37 los “mandamases” del plan (incluyendo el expresidente).
Según France 24, Bolsonaro podría arriesgar hasta 28 años de cárcel. “Esta acusación ahora, en muchos sentidos, tiene mayor densidad y es más grave que las demás. Las otras implican delitos gravísimos – cualquier delito es grave, especialmente si lo comete un presidente de la República –, pero éste implica un atentado contra el Estado y contra la democracia”, señaló al medio el abogado Antônio Carlos de Almeida Castro.
“Por lo tanto, realmente tiene el potencial de generar sentencias muy altas. Como es un delito que realmente tiene capacidad de conmover mucho al Poder Judicial, porque ataca incluso a uno de los ministros de la Corte Suprema, puede incluso derivar en prisión preventiva”, indicó el experto.