La Policía Federal de Brasil empezó a ejecutar este jueves las órdenes de allanamiento emitidas contra partidarios del presidente Jair Bolsonaro por haber bloqueado carreteras después de su derrota electoral ante
El operativo fue ordenado por el juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes, quien también preside la autoridad electoral de la nación. Él es responsable de dos pesquisas a seguidores de Bolsonaro por supuestos actos antidemocráticos y la propagación de noticias falsas en redes sociales sobre las elecciones.
El tribunal señaló en un comunicado que la investigación relacionada con las 81 órdenes de allanamiento procederá bajo precinto, y la policía explicó que las órdenes se ejecutan en siete estados y el Distrito Federal. Por separado, agentes de la Policía Federal realizaron 23 allanamientos y al menos cuatro detenciones preventivas en el estado de Espirito Santo en relación con noticias electorales falsas, de acuerdo con la policía.
Periódicos locales reportaron que se incautaron al menos 15 armas de fuego durante los operativos, incluyendo fusiles y un subfusil, así como municiones. La Policía Federal se negó a confirmar o negar los informes cuando se le consultó en un correo electrónico.
Muchos analistas han manifestado su preocupación de que Bolsonaro esté sentando las bases para una insurrección de manera similar a los disturbios registrados en el Capitolio de Estados Unidos.
Por más de tres semanas después de las elecciones del 30 de octubre, algunos de los partidarios de Bolsonaro que se negaron a aceptar su apretada derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva bloquearon alrededor de 1.000 caminos en todo el país hasta que la policía federal empezó a despejarlos.
Silencio de Bolsonaro
Bolsonaro rara vez se ha dirigido a la nación desde su derrota electoral. Después de permanecer alejado de la vista pública durante más de un mes, dio su primer discurso frente a la residencia presidencial el 9 de diciembre, señalando que es el comandante en jefe de las fuerzas armadas y afirmando que cada ciudadano debería trabajar para construir un mejor futuro para el país.
Sus partidarios siguen acampando afuera de instalaciones militares de varias capitales estatales, pidiendo la intervención de las fuerzas armadas. La mayoría de las protestas son pacíficas, pero las tácticas empleadas por algunos de sus más fervientes participantes han comenzado a preocupar a las autoridades.
El 12 de diciembre en la capital Brasilia, seguidores de Bolsonaro se enfrentaron con la policía después de incendiar varios vehículos y autobuses, y presuntamente de tratar de irrumpir en un edificio de la policía federal. Nadie fue identificado ni arrestado por la policía en ese momento, según las autoridades.
El vicepresidente Hamilton Mourão se ha convertido en un vocero del presidente, diciendo en entrevistas con medios locales y en una columna publicada recientemente que los manifestantes deben seguir firmes, aunque también condenó los actos de violencia.
“El clamor de las protestas que hemos visto desde la proclamación del resultado electoral… es legítimo, por mucho que algunos hayan tratado de catalogarlo como ‘antidemocrático’”, tuiteó Mourão el miércoles.
Después de que se dieran a conocer los reportes de que la policía incautó varias armas de fuego durante los allanamientos del jueves, el ministro de Justicia designado, Flávio Dino, tuiteó que “los actos antidemocráticos definitivamente no son ‘libertad de expresión’”.